El Salón de Actos de la Casa de Cultura de Pola de Lena acogió la presentación del libro "Árboles singulares del conciyu L.lena", de Bertu Ordiales. Un acto organizado con la colaboración del Club LA NUEVA ESPAÑA en las Cuencas, que fue presentado por la responsable del Serviciu de Normalización Llingüística del Ayuntamiento de Lena, Penélope Miranda Fernández, y moderado por José Ángel Gayol, coordinador del Caudal del club LA NUEVA ESPAÑA en las Cuencas.

Bertu Ordiales definió los árboles singulares como "aquellos que están situados en un entorno urbano, plantados por algún motivo especial en sitios céntricos y que sufren mucho la presión antrópica de los seres humanos. Por ello están más expuestos a no perdurar". De hecho, este libro "esta concebido como un inventario de algunos de los árboles que tenemos, quizás los más importantes". Aún así, el escritor señaló que "también es una llamada de atención para estos árboles, ya que muchos de ellos van a durar pocos años. Quizás dentro de veinte o treinta años desaparezcan y es una pena porque algunos de ellos son centenarios", añadió el biólogo.

El ponente clasificó los árboles del concejo lenense en tres categorías. "Los primeros son los llamados árboles ornamentales, que no son de la zona, como ocurre con los cedros que hay delante del Ayuntamiento de Lena". Estas especies "se suelen plantar mucho porque son guapos o aparentes, sobre todo debido a su amplitud y envergadura". También se refirió a los árboles autóctonos, "que no se plantaron ex profeso en el sitio en el que se encuentran pero, al ampliarse las localidades, pudieron encontrarse en lugares más céntricos". Por último, el biólogo aludió a un tercer grupo, "los más importantes", como son los árboles patrimoniales y donde se enmarcan el texu y el carbayu. "Son árboles muy importantes para nuestra cultura, de hecho, sólo en zonas urbanas hay censados unos trescientos". El porqué de su ubicación es que "son árboles muy viejos, el texu más viejo de Asturias es el de Bermiego, del que se habla que puede tener más de dos mil años, aunque tengo mis dudas". Ordiales explicó que, en todo caso, "son una herencia patrimonial de gran valor simbólico que hace que se les respete a lo largo de los siglos". Otra de las razones argumentadas por el biólogo para la supervivencia de estos árboles "es su carácter místico, son unos árboles grandes y con cierto misterio". Bertu Ordiales también destacó la madera de estas especies "que es muy dura, y por todo ello, siempre fue un árbol muy venerado en estas tierras. De hecho, muchos texos están cerca de una iglesia", aclaró, añadiendo que "los texos cumplían en los pueblos varias funciones, ya que eran centro de reunión y allí se creaba el derecho consuetudinario. También se hacían juramentos".

En la actualidad, tal y como relató el biólogo, "la situación hoy es diferente, por lo que conviene estar atentos a la conservación de estos árboles". El libro de Bertu Ordiales recoge texos como los de Chanos, Los Pontones, Santa Marina, San Miguel y Casorvía. Este último, tal y como explicó, "es el que se encuentra en peor estado". En cuanto al carbayu, "también es una especie muy importante, sobre todo por su carácter mítico en la cultura indoeuropea". En el libro se alude a los carbayos de Castiel.lo, de grandes dimensiones. Completan el inventario de especies singulares la tilar de Campumanes y las encinas de Santa Cristina.