El Principado señalizará la cueva morciniega del Molín, que atesora decenas de grabados del Paleolítico, pero descarta por el momento su apertura al público. Así lo aseguró ayer el alcalde de Morcín, Jesús Álvarez Barbao, que mantuvo un encuentro con responsables de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes. La decisión del Gobierno regional llega después de que un equipo del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de la Universidad de Cantabria identificara más de medio centenar de grabados no figurativos en la cavidad ubicada en el abrigo de Entrefoces.
Los arqueólogos ya habían localizado hace décadas los grabados de tres ciervas y un caballo en la cueva del Molín. Se convirtió así en la primera cavidad de las Cuencas con manifestaciones de arte parietal paleolítico. Recientemente, un nuevo estudio realizado por los catedráticos de Prehistoria Manuel R. González Morales y César González Sainz y el investigador Aitor Ruiz Redondo, todos ellos del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria, saco a la luz nuevos grabados. Se trata de más de medio centenar de trazos lineales no figurativos situados en otros dos paneles de la cueva. Los investigadores apuntan que en las últimas décadas se ha reivindicado el importante papel de ese tipo de trazos en muchos conjuntos parietales paleolíticos y destacan la frecuente complementariedad entre esas series de grabados no figurativos y los grabados de animales. "La asociación sobre el mismo lienzo o en paneles inmediatos como es el caso de la cueva de El Molín, no es excepcional sino muy frecuente, y todo indica que corresponden a una misma población y usos gráficos", destaca el informe arqueológico.
El alcalde de Morcín, Jesús Álvarez Barbao, aplaudió ayer los últimos hallazgos en la cueva del Molín y destacó que "es hora de poner en valor esta cueva, que lleva años cerrada". Es por eso que inició los contactos con la Consejería de Educación, Cultura y Deporte y ya ha conseguido arrancar los primeros compromisos del Gobierno regional.
"En un principio se limpiará el entorno, que está repleto de maleza, y Cultura preparará unos paneles explicativos sobre la importancia de la cueva y para mostrar con reproducciones los grabados a los visitantes", señaló ayer Jesús Álvarez Barbao. El resto de la actuación correrá a cargo del Ayuntamiento de Morcín. El Gobierno local ha llegado a un acuerdo con un vecino del concejo para que ceda una parte de su finca y permita la instalación de mobiliario urbano y las señales informativas sobre la cueva. "Queremos hacer un pequeño área recreativa para atraer a los visitantes", destacó Barbao. Esta actuación, según el Alcalde, estará lista para el verano.
La cueva de El Molín es una pequeña cavidad abierta en el abrigo de Entrefoces y situada a unos 30 metros del cauce del río Riosa. La cueva fue declarada bien de interés cultural por la importancia de sus restos paleolíticos pero hasta ahora no había sido estudiada a fondo. Desde hace años permanece cerrada con una verja para protegerla y los visitantes no pueden acceder al interior. El alcalde de Morcín pedirá a los responsables regionales que hagan un estudio completo para determinar si el paso de visitantes a la cavidad puede afectar a los grabados. "No nos parece bien que se cierre de forma indefinida, ya que podría ser un importante atractivo turístico para el municipio", destacó el regidor socialista.
La decisión final, matizó el Alcalde, queda en manos de los técnicos de la Administración. "Si dicen que no se puede abrir al público no podremos hacer nada. Pero nuestro objetivo es llegar a un acuerdo que permita una explotación turística compatible con la conservación", señaló Barbao.
Los hallazgos de la cueva del Molín han abierto una nueva vía para la potenciación turística del concejo de Morcín. Otros planes del Ayuntamiento, como la recuperación de la senda ferroviaria, el Museo de los Quesos o el teleférico al Monsacro están paralizados por la difícil situación económica.
