El Ayuntamiento de Morcín no está dispuesto a que el edificio destinado a albergar el Museo de los Quesos, en la Foz, siga mucho más tiempo acumulando polvo y deteriorándose por el paso del tiempo. El Alcalde, Jesús Álvarez Barbao, ha iniciado contactos con la Consejería de Agroganadería del Principado de Asturias para intentar obtener una partida económica que permita adecentar la zona exterior del inmueble, cubierta por la maleza, y también reparar algunas partes del inmueble que sufrieron actos vandálicos. Una vez restaurado el edificio, que ni siquiera llegó a inaugurarse, el Ayuntamiento impulsará un proyecto de actividades para dotar de contenidos al equipamiento.
El regidor morciniego aseguró que "nadie desea tener un inmueble como este parado, pero la crisis y el retraso en la construcción del edificio contribuyó en gran medida a que finalmente no se pudiera llevar a cabo el proyecto inicial que teníamos en mente". Y sin prisa, pero también sin pausa, el equipo de Gobierno trata de buscar una salida para un equipamiento fuertemente deteriorado durante los últimos meses. La zona exterior está llena de arbustos y maleza, que convierten el acercamiento al inmueble una auténtica aventura. También algunos cristales fueron rotos por los vándalos. En resumen, el edificio necesita un profundo lavado de cara.
Para ello, y ante la falta de recursos propios, Álvarez Barbao ya ha comenzado a llamar a las puertas del Gobierno regional en busca de una partida económica que permita rehabilitar el equipamiento. "Un cantidad de unos 50.000 euros nos permitiría poner el edificio de La Foz en un estado en el que se pueda trabajar en él", aseguró el político socialista. En cuanto al contenido, el regidor apuesta por habilitar una parte del inmueble como museo, trasladando el contenido del actual museo de la Lechería gestionado por la Hermandad de La Probe, y por ceder el resto a asociaciones y colectivos locales.
