La puesta en marcha del servicio de hemodiálisis en la comarca del Caudal, la principal novedad dentro de la cartera de servicios que ofrece el nuevo hospital Álvarez Buylla de Mieres, se retrasa. Problemas técnicos han obligado a la Consejería de Sanidad a aplazar al menos hasta octubre, aunque sin fecha fija, la entrada en servicio de la unidad. Mientras tanto, los pacientes con insuficiencia renal crónica seguirán siendo atendidos en las instalaciones sanitarias de Cruz Roja en Oviedo, así como en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) de La Carellada.

El consejero de Sanidad, Faustino Blanco, había anunciado que la unidad de Mieres, que contará con diez puestos, se abriría en septiembre. Una previsión que se ha truncado debido a un problema técnico con la planta de tratamiento de agua, según ha informado Sanidad a los propios pacientes, principales interesados en que se ponga en marcha el servicio. El tratamiento del agua es fundamental en la hemodiálisis, ya que se precisa que sea de una pureza total. De ahí que Sanidad haya decidido paralizar la apertura de la unidad hasta que la empresa encargada de la planta solvente los problemas.

La nueva unidad dará la posibilidad de tratar a diez pacientes por turno y evitará que los usuarios tengan que acudir al centro sanitario por la noche. En total, son una veintena las personas de la comarca del Caudal que precisan de hemodiálisis. El servicio será prestado por personal de Cruz Roja, un hecho que ha generado polémica, con protestas del personal del hospital mierense y de los vecinos de la comarca y con acalorados debates en el Parlamento asturiano. Además llegaron a celebrarse varias concentraciones de protesta contra la "privatización del servicio".

A pesar de las críticas, el consejero de Sanidad siempre ha defendido la "legalidad" de la prestación del servicio por parte de Cruz Roja en el nuevo hospital. No sólo eso, Blanco defendía que la medida suponía un ahorro, como mínimo de unos 300.000 euros, con respecto al servicio con personal del Servicio de Salud del Principado de Asturias. Prestar hemodiálisis con el personal del Sespa tendría un coste mucho más elevado, según el responsable de Sanidad, que cuantificó en 800.000 euros.

La puesta en marcha de la unidad de hemodiálisis en Mieres mejorará la calidad de vida de los pacientes con insuficiencia renal crónica de la comarca. Una medida que fue recibida con agrado por la Asociación para la Lucha Contra las Enfermedades Renales (Alcer) en Asturias. Su presidente, el langreano Rogelio García, había destacado entonces que Mieres era el único hospital que no contaba con una unidad, algo que se hacía muy necesario, dada la saturación que había en el resto de centros. En la actualidad, los usuarios del área sanitaria VII tienen que acudir a Oviedo para recibir la diálisis, lo que les obligaba a realizar continuos traslados. Utilizar las instalaciones sanitarias de Nuevo Santullano será un alivio para estos pacientes, ya que estarán mucho más cerca del centro hospitalario. Junto a esta mejora, la supresión del turno de noche también será bien recibida por los usuarios. El hospital de Mieres está a pleno rendimiento desde el pasado 22 de mayo, cuando se pusieron en funcionamiento los quirófanos y el servicio de Urgencias, dejando la unidad de hemodiálisis, hasta el final del verano.