La presidenta de la Hunosa, María Teresa Mallada, hizo ayer un llamamiento para crear un frente de actuación que impulse la recuperación del "ingente" patrimonio industrial que la compañía tiene en desuso. La responsable de la empresa estatal defendió la necesidad de trabajar conjuntamente con Principado y ayuntamientos para definir qué usos se le puede dar a los bienes que se han quedado sin uso industrial. "Debemos definir tanto su finalidad como quien tiene la responsabilidad de mantenerlos", recalcó Mallada. "Se trata de algo necesario y muy importante que debe aclararse en este momento clave para la empresa".

María Teresa Mallada visitó ayer las obras de rehabilitación del pozo Santa Bárbara, en Turón, donde estuvo acompaña por una amplia representación de la Corporación mierense, con el alcalde, Aníbal Vázquez, a la cabeza. La presidenta no puso encontrar mejor escenario para abordar el problema que genera el mantenimiento de los llamados activos ociosos de la compañía. Dejó claro que la hullera apoya la recuperación del patrimonio industrial, pero también subrayó que protegerlo y mantenerlo no puede ser únicamente responsabilidad de al compañía. Recordó que Hunosa tiene 43 millones de metros cuadrados de suelo, 248 viviendas, 548 inmuebles y 42 puentes. "Gran parte está en desuso y no estamos obligados a mantenerlo en su totalidad", señaló, sin dejar de reconocer que "hay interés en el aprovechamiento de estos bienes". Dicho esto, lanzó un mensaje a las administraciones locales. "Muchos puentes, por ejemplo, están dando servicio a los vecinos, por lo que es responsabilidad de las entidades locales mantenerlos".

Hunosa tiene entre manos rehabilitaciones, pero también está pendiente de ventas. Mallada explicó ayer que el proceso de oferta pública para la venta de seis casonas ubicadas en los concejos de Mieres y Aller y en el municipio leonés de Villamanín se ha cerrado sin acuerdo. "Las ofertas que se han presentado están muy por debajo de los precios de las tasaciones más bajas", señaló. La compañía abrirá un procedimiento negociado con los interesados para intentar acercar posturas. "Estamos obligados a ser muy prudentes con la venta del patrimonio que tiene la empresa", remarcó María Teresa Mallada.