Varias empresas han mostrado interés en adquirir la planta de Thyssenkrupp Airport Systems en el polígono industrial de Baíña (Mieres), pero ninguna ha convencido a la multinacional, que exige un plan industrial que garantice el futuro de la actividad. De momento, han aplazado la venta hasta diciembre. Este fue el resultado de la reunión en la que participaron el presidente ejecutivo de Thyssenkrupp en el Sur de Europa, Ramón Sotomayor; el presidente del Consejo de Thyssenkrupp Elevator, Andreas Schierenbeck; el jefe de Recursos Humanos, Johannes Kim; y la presidenta de la unidad de negocio de Airport Systems, Britta Giesen; junto a los secretarios generales de CC OO de Industria y MCA-UGT, Damián Manzano y Eduardo Donaire, respectivamente.

Al concluir la reunión, Damián Manzano reiteró su disconformidad con la venta de la factoría, "ya que no hay razón justificada dentro del plan estratégico de Thysenkrupp". Aún así, y de continuar con la venta, el sindicalista reclamó que el comprador "tenga un perfil industrial y solvencia económica para dar continuidad al negocio". De la misma manera se manifestó Donaire: "Los trabajadores quieren seguir formando parte de Thyssenkrupp" y no descartó que la venta se aplace de forma indefinida "si no encuentran ninguna empresa que cumpla con sus condiciones". Las centrales pidieron a los directivos de la multinacional que la negociación de la venta también se abriese a los trabajadores, aunque se encontraron con una negativa. Tampoco obtuvieron más información sobre las empresas interesadas.

Por su parte, Ramón Sotomayor, que participó en un acto en Gijón, manifestó que "sabemos que los trabajadores están preocupados y tendremos una comunicación abierta con ellos para que conozcan los pasos que se están dando".