La presión ciudadana y la mediación del Ayuntamiento de Mieres han evitado que una vecina del concejo, con tres hijos pequeños a su cargo, acabe en la calle sin un techo donde cobijarse. El juez ha decidido suspender a última hora la orden de desahucio que obligaba a la familia a dejar su domicilio esta misma semana. Roxana López respiraba ayer aliviada tras conocer que tiene un mes de margen para lograr que el Principado ponga a su disposición una vivienda social de emergencia: "Es una gran noticia y no sabemos cómo darle la gracias a todas las personas y entidades que nos están ayudando, ya que los estamos pasando verdaderamente mal", señaló ayer esta madre de 38 años, natural de Avilés.

Roxana López vive con sus tres hijos. La mayor tiene 16 años y el pequeño es aún un bebé. Hace unos años dejó Avilés para instalarse en Mieres. Encontró un pequeño piso de alquiler en las proximidades del apeadero de Renfe. Empezó una nueva vida con sus hijos, pero la falta de recursos económicos fue poco a poco asfixiando a la familia. El pasado mes de mayo, tras perder la ayuda familiar, no pudieron hacer frente al pago del alquiler. Los únicos ingresos que entraban en la casa correspondían a la pensión de orfandad de uno de los niños. En total, 190 euros. Únicamente el alquiler de la vivienda subía a 200 euros: "El día 10 mayo debíamos pagar el recibo, que no pudimos atender, y el 20 de mayo la propietaria ya solicitó el desahucio".

La Administración ha sido ágil a la hora de decretar el desahucio, pero no tanto a la hora de facilitar a Roxana López las ayudas a las que tiene derecho. Lleva meses esperando por una vivienda de emergencia: "En el Principado no nos han hecho caso, es todo papeleo y no nos han querido escuchar". La Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) ha sido quien más apoyo ha prestado a la familia. Finalmente, el Ayuntamiento de Mieres también ha ejercido de mediador. El juez ha decretado paralizar el desahucio durante al menos un mes, tiempo en teoría suficiente para que la Administración regional logre desbloquear la concesión de un vivienda social.

"Para nosotros es una gran noticia, ya que estábamos desesperados", explica agradecida Roxana López. Sus hijos lo están pasando mal, sobre todo, la mayor, que ya tiene 16 años y está estudiando un curso de peluquería: "El otro día me preguntó si tendríamos que ir a vivir debajo de un puente, yo le dije que seguro que se arreglaría, que alguien nos ayudaría", recordó ayer esta sufrida madre con entereza. La decisión del juez otorga tiempo a la familia, pero la situación sigue siendo muy delicada: "Esperamos que las cosas se agilicen y nos den una solución con tiempo suficiente", señala Roxana López.