La locomotora C-20 Batiruhr, que durante años estuvo varada en las instalaciones de Felguera Rail en el polígono industrial de Fábrica de Mieres, emprendió ayer un nuevo viaje. La pesada locomotora fue trasladada por carretera, mediante un transporte especial, al Museo del Ferrocarril de Gijón, donde formará parte de la colección permanente.

El grupo Duro Felguera está reordenando y ampliando las instalaciones de Felguera Rail, donde se concentrará toda la actividad ferroviaria del grupo tras cierre de Felguera Melt en Langreo. Dentro de las tareas de reordenación se planteó la donación al Museo del Ferrocarril de una vieja locomotora que permanecía sin uso en la planta y que se encuentra en buen estado de conservación.

Se trata, según apuntó Javier Fernández, director del Museo del Ferrocarril de Gijón, de un máquina de tracción diesel fabricada hace 50 años por la empresa franco alemana Batiruhr, formada de la unión en 1960 de la firma francesa Batignolles y la alemana Rurthaler Maschinefabrick. La máquina, que pesa unas 40 toneladas, fue remolcada hasta el exterior de la nave de Felguera Rail y una vez allí fue izada por una grúa y colocada sobre el remolque de una camión de transportes especiales, que la trasladó desde Mieres hasta Gijón.

La locomotora, construida en 1964, formó parte de un grupo de cuatro iguales que prestaron servicio, en trabajos ferroviarios de maniobras, en la factoría de Ensidesa en Avilés. Llevaba la numeración C-20 y posteriormente fue traslada a Mieres, a las instalaciones de Metalsa que ocuparon una parte de la antigua Fábrica de Mieres. Después, las naves de Metalsa fueron adquiridas por Duro Felguera para poner en marcha su negocio de fabricación de cruzamientos de vías de alta velocidad, Felguera Rail, y es así como la locomotora llegó a manos del grupo Duro Felguera, que ahora ha decidido donar la máquina al Museo del Ferrocarril de Gijón.