Los vecinos del concejo de Aller están en vilo tras la misteriosa aparición de los restos de un ataúd en el río Carrera, a la altura de la localidad de Casomera. El párroco de la zona alta, Marcos Cuervo, sospecha que el hallazgo puede estar relacionado con la limpieza de una sepultura en el cementerio del pueblo. Es una hipótesis que no descartan los agentes de la Policía Local, los únicos encargados del caso hasta ahora.

El hallazgo se produjo el domingo a mediodía. Los feligreses de Casomera localizaron varios trozos de madera, pertenecientes a un antiguo ataúd, un crucifijo, un papel de una corona y un par de playeros en el río. Lo comunicaron al párroco, que se hizo eco durante la misa: "En el sermón hice un llamamiento al civismo, esperando a que los culpables se hicieran cargo de lo ocurrido", explicó ayer Cuervo.

Nadie dio un paso al frente y la asociación de vecinos decidió tomar cartas en el asunto. Los responsables de la entidad aseguran que "si la Policía Local no actúa, estamos obligados a comunicarlo nosotros a Seprona". "Hay una normativa medio ambiental que obliga a seguir un protocolo para el manejo de este tipo de residuos", añadieron.

No se han localizado restos óseos aunque, según la investigación, la madera hallada en el río está parcialmente quemada. Tampoco se ha presentado una denuncia por profanación de tumbas. Es por eso que las indagaciones apuntan a la limpieza no autorizada de un nicho. El procedimiento reglamentario incluye la contratación de una funeraria, para que se encargue de los restos, y la obtención de sendas licencias en el Ayuntamiento y la Iglesia.