El uso de la biomasa para la climatización está en auge. Así lo destacó ayer el secretario del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales, Raúl de la Calle, que asistió ayer a las primeras jornadas forestales organizadas por el Ayuntamiento de Lena y que contaron con la colaboración de la Escuela Politécnica de Mieres. Unas jornadas en las que se trató el potencial de los montes, no sólo desde el punto de vista de la producción de la biomasa, sino también con la obtención de otros productos como las setas o la miel o con las actividades al aire libre.

De la Calle acudió a las jornadas acompañado por la decana del Colegio de Ingenieros Técnicos Forestales, María del Pilar Avizanda. Ambos dieron cuenta de que los montes "son generadores de empleo y la biomasa es uno de sus principales exponentes". Así, De la Calle explicó que "la producción de pellets se ha multiplicado por cuatro en los últimos tres años, se están vendiendo más estufas y calderas que nunca, y no sólo entre particulares, sino también en comunidades de vecinos y en edificios públicos, que son los que tienen que dar ejemplo". En todo caso, De la Calle se refería siempre al uso térmico de la biomasa, no al eléctrico donde "muchos proyectos quedaron paralizados desde el año 2012 cuando el Gobierno retiró las primas a las energías renovables y es que la eficiencia en este caso no llega al 30%". Distinto es el caso del uso térmico, "donde la eficiencia está entre el 80 y el 90%".

María del Pilar Avizanda remarcó, además, "que España es un gran país productor de biomasa, porque estamos continuamente exportando". Como ejemplo, la decana del Colegio de Ingenieros Técnicos Forestales señaló que "cada día salen del puerto de Motril, en Cádiz, varios barcos cargados con huesos de aceituna que acaban en el norte de Europa". En el caso de Asturias, "es junto a Galicia una de las regiones más productivas desde el punto de vista forestal de España, y es aquí donde tiene que haber una apuesta firme por la biomasa, además de contar con el apoyo de administraciones, que me consta que existe", destacó Avizanda.

Las jornadas forestales fueron introducidas por Marcos Barrio, subdirector de la Escuela Politécnica de Mieres. El docente hizo hincapié en que "es necesario hacer una gestión racional del monte para que se perpetúe y pueda cumplir con lo que de él se demanda", destacando las tres funciones del monte: protectora, social y productora. Barrio se paró en este último aspecto, dejando claro que "no sólo se habla de madera, porque también existe una producción principal como son las setas".

También remarcó el subdirector "la importancia de la formación y el papel de las escuelas universitarias". Y es que, "se está exigiendo un sello de gestión sostenible, lo que se suele llamar la certificación forestal, y eso precisa que haya técnicos que puedan velar por la consecución de esos objetivos".

Por último, Marcos Barrio aludió al trabajo desempeñado por la Escuela Politécnica de Mieres, sobre todo "su papel en aportación de conocimiento y tecnificación de la empresa forestal". Además, dio cuenta del "respaldo a la investigación" con diversas iniciativas. Aquí se enmarcan los proyectos de los cultivos energéticos o la recuperación de los castaños, entre otros.