Luz verde ambiental para un proyecto muy esperado en la comarca. La Comisión para Asuntos Medio Ambientales del Principado de Asturias (CAMA) dio ayer licencia a la reapertura de la mina Julita, una explotación que guarda importantes reservas de carbón coquizable en el alto de la Cobertoria (Lena). Los impulsores del proyecto, la sociedad de empresarios Coto Minero de Lena, esperan iniciar la actividad a finales de mayo y llegar a los treinta empleos antes de 2016. Aún quedan algunos obstáculos que salvar, como la declaración de los terrenos como zona industrial, y los empresarios tendrán que cumplir al pie de la letra las diecisiete medidas preventivas dictadas ayer por la CAMA.

La tramitación para retomar la actividad en mina Julita, explotada por última vez a finales del pasado siglo, comenzó hace cinco años. Los empresarios quieren acceder a unas reservas estimadas de 1,3 millones de toneladas de carbón coquizable, que guardan los montes de Mofoso, Faldas de Brañavalera y Porciles. Todos en el concejo de Lena y limítrofes con el alto de la Cobertoria.

La Declaración de Impacto Ambiental (DIA) aprobada ayer impone diecisiete medidas preventivas y correctoras, además de un plan de vigilancia dirigido a corregir y minimizar los impactos de la actividad. En materia paisajística, la DIA impide la construcción de pistas con una anchura superior a 3,5 metros, lo mínimo imprescindible para permitir la circulación de vehículos. También limita la superficie destinada a las plazas para las bocaminas.

Los responsables de la explotación, en vistas a la protección hidrológica, tendrán que construir dobles balsas de decantación, cunetas perimetrales, aislamiento de vertidos y filtros verdes. En cuanto a la flora y la fauna del lugar, el Principado obliga a tomar medidas como el traslado y replantación de acebos, además de plantaciones para configurar pantallas visuales y protectoras de emisiones de polvo y ruido. Para asegurar la calidad del aire se establecen medidas como que los almacenamientos permanentes o temporales de carbón, o de otros materiales susceptibles de emitir polvo, se protejan de la acción del viento.

Los portavoces de Mina Julita mostraron su "satisfacción" ante la decisión de la Comisión de Medio Ambiente. Aún queda camino por andar, ya que precisan del permiso definitivo de la dirección general de Minas y también un cambio en la catalogación del suelo que depende del Ayuntamiento de Lena. El Consistorio ya ha informado de que agilizará al máximo los trámites para garantizar la creación de empleo.

Las labores en la mina comenzarán con el mantenimiento y el acondicionamiento de bocaminas. Los empresarios esperan alcanzar treinta puestos de trabajo a lo largo de este año. Los duplicarán cuando alcancen su objetivo de producción: 35.000 toneladas anuales.