Polémica asistencial y laboral en el Álvarez Buylla

Cinco enfermeros atienden a más de cien pacientes durante la noche en el Hospital

El sindicato Satse exige que se refuerce cada unidad con un trabajador más para no sobrecargar a la plantilla, que "está a punto de romper"

El hospital comarcal de Mieres. FERNANDO GEIJO

La sección del Sindicato de Enfermería (Satse) en el área sanitaria VII del Caudal exige que se refuerce con más personal los turnos de noche. Según denuncian desde la central, actualmente tan sólo hay un trabajador de enfermería por cada planta. Lo que supone que cinco enfermeros atiendan a una media superior de cien pacientes cada noche. Esta situación, afirman desde la central, supone un sobreesfuerzo laboral que está pagando una estresada plantilla. "Estamos a punto de romper", alertaron ayer desde la central.

Los problemas con la falta de personal surgieron con la apertura del nuevo hospital Álvarez Buylla, en Santullano. En el viejo edificio de Murias también había un único trabajador de enfermería por planta durante las noches, pero el nuevo centro sanitario tiene peculiaridades que hacen "imposible" que las cosas funcionen con el mismo personal.

La arquitectura del nuevo hospital, explican desde el SATSE, es distinta. "Las plantas tienen forma de hache, por lo que es imposible que un único enfermero vigile lo que pasa de un extremo a otro", señaló José Antonio González, responsable de SATSE en Mieres. Además, cada unidad tiene mil metros cuadrados de extensión y cuatro accesos por lo que "no es fácil controlar quién entra y quién sale", añadió González.

En Murias, la distribución de los pasillos era más sencilla. Se distribuían de forma lineal, con una entrada en el centro que podía controlarse desde cualquier punto de la planta. La otra razón que esgrime el sindicato sanitario es que se ha incrementado la capacidad de pacientes por planta: de veinticuatro en Murias a veintiocho en Santullano. "Son demasiados pacientes para una única persona al cargo", destacó González.

La central SATSE ha puesto las cuentas sobre la mesa. El Álvarez Buylla tiene abiertas cinco plantas de hospitalización, que de noche quedan con un único trabajador de enfermería (aparte del resto del equipo de cada unidad). Hay veintiocho camas en cada unidad y la ocupación ronda, a día de hoy, el noventa por ciento. Es decir, cinco enfermeros para más de cien pacientes. Fuera de esta estimación queda el área de psiquiatría, con personal propio y reforzado en los últimos meses. También las urgencias, que tienen entre su equipo de noche a dos enfermeros.

El sindicato alerta de que esta situación está trayendo consecuencias "nefastas" para la plantilla. "Es una sobrecarga que está empezando a pasar factura", explicó José Antonio González. Los trabajadores, afirman desde el SATSE, son por el momento los únicos que pagan la "falta de personal". Exigen a la gerencia que tome medidas de inmediato "para que no llegue a resentirse la calidad asistencial".

La crítica de SATSE no es la primera. Según la junta de personal, que ya ha organizado varias protestas a las puertas del centro hospitalario, tampoco hay suficientes celadores. En turno ordinario (de lunes a viernes) hay dos por planta, una cifra que se reduce a la mitad durante el fin de semana. Los sindicatos coinciden en que "no es normal" que se mantenga el mismo número de trabajadores que había en Murias.

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