La Coordinadora Ornitolóxica d´Asturies exigió ayer por escrito a la Confederación Hidrográfico del Cantábrico (CHC), al Ayuntamiento de Mieres y a la Consejería de Medio Ambiente que tomen medidas para acabar con los vertidos de sangre y restos orgánicos que en varias ocasiones, la última el pasado lunes, se han detectado en el río Caudal a la altura de Sueros y que, según los vecinos, pueden provenir del matadero municipal, próximo lugar.

La citada plataforma ecologista señaló ayer que el vertido del pasado lunes no es un hecho aislado y que hay precedentes. Los portavoces del colectivo apuntaron que el daño ecológico puede ser grande: "Es importante resaltar que este río acoge actualmente la mayor población nidificante asturiana de Andarríos chico (Actitis hypoleucos), especie que en la comunidad autónoma asturiana tiene actualmente menos de 30 parejas reproductoras. Siendo además una zona de importancia para otras especies como la nutria (Lutra lutra), catalogada como de interés especial", apuntaron. Y añadieron: "Estos hechos han venido produciéndose de manera repetitiva en este punto de vertido desde hace años y no se ha puesto solución, a pesar de haber sido denunciados repetidamente ante las diversas instituciones, incluido el Foro Cívico de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Mieres".