Un abogado de Mieres ha denunciado ante el Consejo General del Poder Judicial al magistrado del Juzgado de Primera Instancia número 7 de Gijón. El letrado sostiene que ha sido víctima de un "abuso de autoridad, trato vejatorio y falta de consideración". La queja presentada por José María Álvarez Díaz, avalada por una segunda abogada implicada en el mismo caso, también ha sido trasladada a los colegios de abogados de Oviedo y Gijón. El promotor de acciones disciplinarias del Poder Judicial, con fecha de 3 de julio, ya ha informado a los dos abogados que ha procedido a la "incoación de la información previa".
José María Álvarez Díaz y Nuria Martínez-Viademonte han presentado un escrito de recusación contra este juez. "De momento ha sido apartado del proceso temporalmente a la espera de la decisión del tribunal superior", explicó ayer a este diario el abogado mierense. Los hechos se derivan de un procedimiento judicial relacionado con una liquidación de la sociedad ganancial de los dos matrimonios del padre, ya fallecido, de la letrada y de los defendidos por Álvarez Díaz. El magistrado-juez convocó a las los abogados -las partes nunca fueron convocadas, sólo los Letrados- el pasado 1 de junio. Siempre según la denuncia presentada por los abogados, que aportan una grabación con los hechos realizada por ellos mismos, esta vista terminó con una "airada" respuesta del juzgador al tratar de argumentar los abogados sobre la nulidad de actuaciones. El escrito de queja subraya que el juez apareció en la comparecencia pública "sin toga y en vaqueros, sin funcionarios en la sala y sin medios tecnológicos de grabación". Siempre según la denuncia, los letrados cuestionan la imparcialidad del magistrado a raíz de que éste "indicase claramente a esta parte que, al no haber pedido el inventario la actora en su demanda, no piensa practicarlo y tampoco piensa declarar la nulidad de actuaciones interesadas de nuevo por muchos recursos que se interpongan". Finalmente, según recoge la grabación, el magistrado, a gritos, expulsa de la sala a los abogados.
"Cuando se vulneran los fueros sagrados de la defensa, el tribunal pierde la legitimidad. En un estado constitucional de derecho es insuficiente mandar. Los tribunales tienen que ser neutrales, equidistantes y atentos a las razones contrapuestas esgrimidas por las partes y sólo puede aplicar el derecho con las razones que el Derecho le proporciona. El poder que los españoles hemos dado al tribunal, sin el auxilio de la razón aplicada al derecho, convertiría al tribunal en un poder arbitrario, despótico ilegal e ilegítimo", señaló ayer el abogado Álvarez Díaz. Y añadió: "El tribunal constituido en el juzgado de primera instancia número 7 de Gijón ha atacado a este letrado cuando ejercía el uso de la palabra y precisamente por quién tenía que amparar mi dignidad, mi libertad de expresión y mi defensa". Igualmente considera que frente al "respetuoso intento de razonar en derecho", el tribunal reaccionó "imponiendo la razón de la fuerza, , certificando la muerte del derecho, la justicia e incluso la educación".
Por su parte, la letrada Martínez-Viademonte también se mostró indignada por el trato recibido en el juzgado gijonés: "Las infracciones procesales son gravísimas y el procedimiento está viciado desde el inicio". Para esta letrada lo sucedido es un acto de "evidente abuso de autoridad". Desde su punto de vista, las pruebas sonoras aportadas sobre lo sucedido en la vista son muy aclaratorias: "La grabación demuestra la enemistad hacia los letrados y su falta de imparcialidad. Tanto las faltas disciplinarias como las causas de recusación son claras". Martínez-Viademonte argumenta que si el Consejo General del Poder Judicial y la Audiencia Provincial no toman medidas contundentes, "hechos como éste volverán a repetirse y su propia imparcialidad estará en entredicho".
