Los ecologistas apuestan por mejorar la red ferroviaria ya existente, en lugar de construir el nuevo trazado de la línea de Alta Velocidad (AVE) entre Pola de Lena y Gijón. La Coordinadora Ecoloxista d' Asturies ha presentado una serie de alegaciones al trámite ambiental de este nuevo proyecto porque "consideramos que es un error la prioridad otorgada a esta actuación, que supondrá un gran impacto a cambio de una escasa mejora en el servicio a los asturianos", señaló ayer el portavoz de la entidad, Fructuoso Pontigo.

Las infraestructuras, según el portavoz de la Coordinadora, "hay que acometerlas si son necesarias y si tienen una utilidad real y siempre y cuando haya una relación entre el servicio y el perjuicio humano, social y ambiental". Desde el punto de vista de los ecologistas, "con las limitaciones geográficas evidentes en la zona central asturiana, no parece que este tramo nos aporte nada nuevo". "Son posibles soluciones de menor impacto y coste, que pasan siempre por el mejoramiento significativo de la infraestructura ya existente", añadió ayer Fructuoso Pontigo.

Los conservacionistas afirman que no están solos en su posicionamiento. "Los técnicos ferroviarios y expertos en transporte se inclinan por el acondicionamiento de las líneas existentes para dejar pasar los trenes a una velocidad media", señalan. Según Pontigo, la puesta en marcha de la Alta Velocidad mermaría la red en la comarca porque "hará que los trenes no paren en Mieres ni en Lena". En lo meramente ambiental, los conservacionistas han alegado contra el impacto visual y la contaminación acústica. También llaman la atención sobre el elevado coste de la obra: mil millones de euros.