La vida sin Casa Mieres

El cierre del establecimiento del puerto de Pinos por orden judicial obliga a su gestor y a los ganaderos que lo utilizaban a cambiar de costumbres

La vida sin Casa Mieres F. GEIJO

Al inicio de cada verano, desde hace ya 90 años, Mieres desplaza sus rebaños de ganado a León. Los ricos pastizales del norte de Babia, en la falda de Las Ubiñas, han alimentado a la cabaña local desde que en 1925 el Ayuntamiento adquiriese en subasta pública seis montes, que con el paso del tiempo han quedado integrados bajo la denominación conjunta de Puerto Pinos. Siempre hubo roces entre los ganaderos de un lado y otro del puerto, ambos con derecho de uso, pero desde hace unos años la tensión no deja de aumentar. La reciente clausura, por orden judicial, de Casa Mieres, el inmueble de servicios que simboliza la "asturianía" del paraje, ha rearmado al ejercito de críticos que desde León reclaman la expropiación del puerto. La Asociación Montaña de Babia y Luna, que parecía acorralada tras lograr Mieres "legalizar" sus instalaciones, ha logrado tomar la colina sobre la que gira una larga y pertinaz "guerra de patos".

El enconado conflicto territorial que Asturias y León tienen pendiente de solución en Pinos presenta tantos ángulos, salientes y aristas que resulta complicado predecir su desenlace. A grandes rasgos, el desencuentro gira en torno a una pregunta: ¿Puede una administración, en este caso el Ayuntamiento de Mieres, tomar decisiones sobre un territorio que se encuentra en otra provincia? La Asociación Montaña de Babia y Luna sostiene tajantemente que no, aunque el gobierno de Castilla y León y el del Principado nunca han puesto trabas. Al final, el conflicto de Pinos se ha convertido en una disputa que se puede contar a través de las historias de quienes lo viven en primera persona.

Ángel Vázquez es uno de los protagonistas del relato. Este joven consiguió a principios de años hacerse con la concesión de la explotación de Casa Mieres por espacio de tres años. Invirtió algo de dinero, lo que pudo, en pequeñas reformas y el 15 de mayo abrió las puertas del recinto. En principio, la instalación debería estar en funcionamiento hasta el 15 de noviembre, aunque la orden judicial de cierre ha puesto a Vázquez en una muy difícil situación. El Ayuntamiento de Mieres ya ha anunciado que recurrirá la clausura. Ángel Vázquez está consultando con abogados qué pasos puede dar: "Durante la segunda quincena de julio hemos tenido mucha gente, estábamos muy contentos", asegura. "Son muchos los ganaderos que pasan por aquí cada día, pero no menos los montañeros que también se paran a descansar un rato", puntualiza el joven guardián.

La Casa de Mieres es para muchos un lugar de paso. Para otros, representa un cobijo casi permanente. El veterano ganadero Melchor González Tuñón se pasa los veranos pernoctando en el refugio: "Es como mi casa, el cierre es una muy mala noticia que no acabo de entender". Este octogenario deberá buscar otro cobijo donde pasar las frías noches de la montaña leonesa. Javier Suárez es otro mierense que se pasa casi todo el verano en Pinos. Natural de Loredo, mantiene controlado su rebaño de vacas durante la larga temporada de pastos. En su caso no duerme en Casa Mieres, aunque echará de menos ver por las noches la reconfortante luz del refugio. A unos pocos cientos de metros del inmueble se acomodó, sobre un leve montículo una pequeña capilla dedicada a la Virgen de las Nieves. En la parte trasera de este minúsculo templo hay lo que podría definirse, con la ayuda de una pizca de imaginación, como una habitación: "Me dejan pasar la noche a cambio de cuidar de la capilla". Ahora, Javier Suárez deberá prepararse también la comida, ya que normalmente almorzaba en el refugio.

El abogado y presidente de la Asociación Montaña de Babia, Carlos González-Antón, ha cargado, muchas veces casi en solitario, con el peso del frente leonés que reivindica la expulsión de los ganaderos de Mieres. Ha soportado críticas, tanto de Mieres como de Babia, pero su tenacidad es incuestionable. Lleva años repitiendo que "lo mires por donde lo mires es ilegal que un Ayuntamiento tenga competencias sobre un espacio que está fuera de su ámbito municipal", planteamiento que ha encontrado finalmente respaldo judicial, aunque apelable.

Los ganaderos mierenses deberán acostumbrarse este verano a la falta de Casa Mieres. El inmueble ha estado durante décadas en funcionamiento durante los meses estivales. Tiene un buen acceso para el tráfico rodado, ya que el Ayuntamiento de Mieres asfaltó hace tiempo la pista que conecta con la carretera del puerto de La Cubilla. Desde la vertiente leonesa no hay conexión rodada. Además de centro de reunión de ganaderos, Casa Mieres también es muy conocida por los montañeros. Muchos eligen este enclave como punto de partida para las travesías que tienen como destino Peña Ubiña, uno de los picos más concurridos del centro de la Cordillera Cantábrica. La otra alternativa es arrancar la caminata desde la localidad de Tuiza, acortando la distancia, pero incrementando el desnivel a superar.

Compartir el artículo

stats