El Ayuntamiento de Lena y los vecinos del entorno de la carretera del puerto Pajares (N-630) exigen al Gobierno central que acometa mejoras en el acceso, que conecta Asturias con la Meseta, para incrementar la seguridad vial. La vía es la segunda carretera más peligrosa de Asturias, según un informe de la Consejería de Fomento, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, y su Índice de Peligrosidad (IP) cuadruplica la media estatal: 40 puntos en Pajares frente a los 9,8 que establece el marco nacional.

La respuesta de los responsables municipales no se ha hecho esperar. La alcaldesa en funciones de Lena, Gema Álvarez (IU), exigió ayer al Gobierno central que "ponga remedio" a esta situación. Según la dirigente local, "no podemos permitir que una carretera del municipio sea tan peligrosa y que la Administración siga mirando hacia otro lado y sin aportar ninguna solución".

La carretera registró en 2014 un total de 24 accidentes. En esos siniestros, hubo 46 heridos y una persona fallecida. La siniestralidad cuenta, pero no es el único factor que importa. Los expertos, según la Dirección General de Carreteras, miden el Índice de Peligrosidad a través de una fórmula que también calcula las curvas, la anchura de la vía y el estado del firme. Además, evalúa los elementos de seguridad pasiva que protegen a los conductores en caso de accidente. Por ejemplo, la instalación de barreras quitamiedos y una correcta señalización.

Gema Álvarez considera que algunos de estos factores no son difíciles de mejorar. Según la alcaldesa en funciones, "no es necesaria una gran inversión para mermar la peligrosidad del acceso". "Podrían incrementar la señalización, además de renovar la instalación de las barreras quitamiedos y otros elementos que llevan años sin sustituirse", añadió la concejala. La sustitución integral del pavimento de la calzada de acceso a Pajares, aunque resultaría costosa, "también sería una opción a tener en cuenta".

El Ayuntamiento no está solo en la reclamación. Los vecinos del entorno de la carretera, especialmente los de Campomanes, llevan años reclamando una mejora en la seguridad vial del acceso al puerto. La localidad lenense anunció, a finales del mes pasado, que emprendería movilizaciones si el Gobierno central no ofrecía ninguna fórmula para reducir la peligrosidad de la carretera de Pajares.

El problema de Campomanes es que la vía N-630 atraviesa el centro y divide en dos la localidad. Los vecinos no cuentan con ningún elemento de seguridad para cruzar de un margen a otro y, a pesar de que el límite de velocidad está fijado en cincuenta kilómetros por hora, los coches pasan más rápido por la zona. Entre las propuestas de los vecinos estaba la construcción de una rotonda, la instalación de un radar fijo o la habilitación de algún dispositivo que mejorara la seguridad de los peatones.

Semáforo

La respuesta, esa vez, fue rápida. Sólo un día después de que los vecinos denunciaran su situación, el senador Mario Arias (PP) acudió a Campomanes y adquirió un compromiso. Aseguró que el Gobierno central, a través del Ministerio de Fomento, instalaría un semáforo y pintaría un paso de peatones en la zona con el objetivo de garantizar la seguridad de los peatones al atravesar la N-630.

El compromiso aún no se ha hecho realidad, pero los vecinos esperan que las obras empiecen en unas semanas. La portavoz de la asociación del concejo, María Dolores Martínez, destacó ayer que "este estudio nos da la razón. Este acceso no es seguro y nosotros somos los que lo sufrimos". La responsable vecinal exigió al Gobierno central "que tome cartas en el asunto ahora, antes de que haya que lamentar una desgracia". A la difícil situación del acceso se suma que el tráfico lleva años subiendo como la espuma. El puerto de Pajares es la alternativa a la autopista del Huerna (AP-66), una carretera con un peaje que muchos conductores encuentran demasiado caro para los tiempos de crisis.