Apenas fueron unos días, pero la residencia geriátrica que el Montepío posee en la localidad allerana de Felechosa llegó a las cifras que su actual presidente, Juan José González Pulgar, había marcado como las ideales para su rentabilidad económica. El enorme complejo allerano llegó a acoger en total a más de 180 personas gracias a un intercambio y confraternización con la Federación de Pensionistas y Jubilados de Soria, que llevó a Felechosa a casi medio centenar de personas durante tres días.
La expedición soriana no solamente tuvo tiempo de disfrutar de las instalaciones del Montepío, sino que también venía con un calendario de actividades gracias al cual conocieron lugares y enclaves culturales sin los que sería imposible entender el mutualismo y la minería. El programa arrancó el martes en una jornada en la que sí la dedicaron a estar en la residencia junto a los usuarios. Pudieron disfrutar de la comida y la cena con ellos, además de utilizar el centro hidroterapeútico del que dispone la residencia La Minería de Felechosa. A continuación, también hubo tiempo para confraternizar mediante un baile que se celebró en el salón de actos del Montepío.
La primera jornada de visitas fue la del miércoles. Tras el desayuno en la residencia, la expedición soriana salió hacia Bustiello, donde visitaron el poblado, uno de los emblemas y de los ejemplos de la historia minera en la comarca del Caudal. Tras la comida, los pensionistas y jubilados de Soria se trasladaron al valle del Nalón, donde visitaron el Ecomuseo del valle del Samuño.
Por último, el jueves también tuvieron visita. Tras pasar de nuevo por el Spa para recibir los tratamientos que se dispensan en el centro, se trasladaron a una planta de fabricación de miel, donde comprobaron in situ como se desarrolla la actividad. Además, como no podía ser de otra manera, también hubo lugar para la gastronomía, porque los sorianos pudieron degustar un menú típico asturiano, compuesto de pote, codillo, y arroz con leche, aunque hubo quien no se atrevió.
El Montepío mostró ayer su satisfacción por esta "enriquecedora experiencia" que intentarán repetir con otras asociaciones de mayores de otras provincias. Estos programas, aseguran desde la mutualidad, ayudan a fomentar lazos, a romper la rutina y a favorecer una interrelación entre personas muy favorable para la salud.
La residencia de Felechosa está teniendo un verano feliz y plagado de buenas noticias. Las mejores llegaron hace unos días, cuando la Consejería de Bienestar Social, a través del ERA, le adjudicaba la gestión de 30 plazas, que permitirá unos ingresos fijos por los residentes que envíen desde la administración pública, y que servirán, junto a los propios mutualistas, para nivelar económicamente el enclave.
