Las familias buscan fondos para exhumar los restos de la fosa de Parasimón

Las primeras catas realizadas por los arqueólogos en la zona confirman la existencia de fragmentos óseos y abundantes vainas de munición

Los arqueólogos, con los nietos de Cienfuegos, durante una cata. MARA VILLAMUZA

La familia de Luis Cienfuegos, "paseado" en el entorno del puerto del puerto de Pajares en el año 1937, busca fondos para continuar con la investigación de la fosa en la que se encuentran sus restos: el enterramiento de Parasimón. Los arqueólogos Antxoka Martínez y Ketxu Torres han elaborado un primer informe, a través de una serie de catas realizadas en 2014, que demuestra la presencia de restos óseos y una línea de fusilamiento justo en el lugar en el que un testigo vio cómo mataban a Cienfuegos y a otros ocho prisioneros. El juzgado investiga el caso pero ya ha descartado la exhumación de los restos, que tendrá que correr a cargo de particulares.

Los arqueólogos dieron rápido con el lugar en el que se encontraba la fosa gracias al testimonio de Celestino "Celesto" García. El hombre conocía a Cienfuegos y vio, en noviembre de 1937, cómo lo fusilaban en Parasimón. También recordaba a los tiradores dando golpes en la cara de las víctimas para dejarlas irreconocibles. No los enterraron, los dejaron expuestos para que los vecinos de Pajares se encargaran de darles sepultura.

Las labores de los arqueólogos confirmaron esa historia tan dura. A través de una serie de catas, localizaron en el lugar varios restos óseos. También mucha munición: treinta y nueve vainas y cinco cartuchos de un fusil "Mauser" alemán, y otras dos vainas de una pistola de nueve milímetros que los tiradores utilizaron, según los arqueólogos, para "los tiros de gracia".

Las primeras hipótesis están ya sobre la mesa. Los arqueólogos consideran que es demasiada munición para matar a pocas personas. Artxoca Martínez destacó que "o los tiradores tenían muy poca práctica o estaban sometidos a un fuerte estrés o en situación de pérdida de control". Sólo así es posible explicar que aparecieran varios cartuchos en buen estado, pero dañados. Además, sólo la necesidad de huir pronto del lugar explicaría que no recuperaran la munición que aún se podía aprovechar.

El siguiente paso, ahora que están cerca de saber cómo y cuándo ocurrieron los hechos, será exhumar los restos de la fosa. Martínez explicó que "esa labor requiere de una importante aportación económica que la familia no puede asumir". El juzgado no seguirá por esa línea la investigación, ya que "los autores de los hechos estarán ya muy probablemente muertos". Los arqueólogos continuarán buscando ayudas, a menos que la familia de Cienfuegos deje de buscar respuestas.

Compartir el artículo

stats