La Coordinadora Ecoloxista d'Asturies ha presentado una serie de alegaciones contra el proyecto de ampliación de pistas de la estación invernal y de montaña Valgrande-Pajares al considerar que "tiene severos impactos que no se han tenido en cuenta a pesar de las evidencias". La sobreexplotación perjudicial para el entorno, la incidencia en el paisaje del trasiego de usuarios o la erosión de los suelos enturbiando los acuíferos de la zona son algunas de las razones que dan los ecologistas para rechazar esta ampliación.

"Seguir justificando ese proyecto para consolidar y hacer mayor la superficie esquiable supone llegar a una sobreexplotación perjudicial para el entorno", asegura Fructuoso Pontigo, portavoz de la coordinadora, señalando que, para una ampliación de 1.635 metros "hace falta un desbroce y modificación de terreno de 19.000 metros cuadrados". Sobre la incidencia en el paisaje por el trasiego de usuarios, Pontigo señala que "argumentar que se trata de un espacio muy humanizado no excluye de la evidencia de cantaderos de urogallo en ratios muy cercanos a la zona de actuación, entre 0,5 y 0,8 kilómetros, donde se corrobora la presencia de ocupación en dos de los doce cantaderos encontrados, en el 'área Lena-Pajares', en 'Pedro el Cano' y 'Pedro Canín".

Con el oso pardo ocurre lo mismo, según los ecologistas, "es completamente incompatible degradar más el entorno que, de forma paralela, se está recuperando como el corredor del oso a cuenta de invertir fondos europeos". Otro inconveniente es la erosión de los suelos tanto por el movimiento de tierras como por los desbroces a realizar y que "enturbiarán los acuíferos de la zona".

Los ecologistas también denuncian que "se falsea la realidad" en el proyecto. Y argumentan, "se utiliza el hallazgo arqueológico para incrementar los metros esquiables, pues se modifica el trazado, en lo que se refiere a la creación de la pista denominada 'Nueva 1' se hace constar que en el lugar hay evidencias e indicios de la existencia de restos de posible interés desde el punto de vista del patrimonio cultural".

Esos restos, según Pontigo, "son un nivel con clastos cuarcitícos que pueden contener materiales líticos antiguos, así como restos constructivos de viejas edificaciones". Los ecologistas proponen que "deberían llevarse serias investigaciones arqueológicas en la zona", y que, el hecho de que no esté incluido en el Patrimonio Cultural de Asturias "no evita la responsabilidad de la Consejería de proteger e investigar la relevancia arqueológica de los restos encontrados en los trabajos de campos de la zona de Cuitu Negro".

Califican de "inmoral" que, dadas las circunstancias económicas, "se siga despilfarrando dinero público en actuaciones de este tipo donde se ha admitido la situación deficitaria que provocan las dos estaciones de esquí del Principado, pero no se contempla la negativa rentabilidad económica del proyecto, ni se considera el efecto sobre la geografía humana ni cómo este tipo de infraestructuras contribuyen al aumento del impacto sobre el paisaje para el desarrollo de actividades turísticas ni el impacto para el correcto desarrollo del sector primario".

Por último, el documento "no contempla la variaciones que sufre el cambio climático provocando que los cálculos positivos de realizar este proyecto se conviertan en un documento obsoleto y fuera de la realidad". Pontigo señaló que, cada año que pasa, "nieva menos o los temporales obligan a tener las estaciones cerradas durante semanas". Tampoco hay una evaluación conjunta de impacto de la estación.