La Guardería del Principado de Asturias afirmó ayer que unos perros salvajes comieron a dos ovejas en el monte de Candaneo, en el entorno de Piedracea (Lena). Germán Mayora, propietario del rebaño, encontró a los corderos completamente devorados en la mañana de ayer. "Se dieron un buen festín, porque pesaban quince kilos cada uno", señaló. Llamó al Principado, que cubrió el informe. Según los expertos, tuvieron que ser perros salvajes porque los animales conservaron todas las vísceras una vez muertos. Los lobos suelen comerlas.