El nombre de Pelayo Pello puede quedar grabado en la comarca. Este joven encontró, hace unos días, una extraña piedra a orillas del cauce del río Aller a la altura de Oyanco. Fue a casa, investigó por su cuenta, y llegó a una conclusión rotunda: "Esto es la parte inferior del fémur de un dinosaurio", les dijo a los vecinos. Algunos no se lo tomaron en serio, pero el hallazgo no es una broma. Expertos consultados por LA NUEVA ESPAÑA, tras ver la imagen de la pieza, aseguraron que el hallazgo es "muy interesante". No descartan que sea un resto fosilizado de un animal prehistórico, aunque tendrán que analizarlo en profundidad y acometer una prueba de Carbono 14 para confirmar su datación.
El autor del descubrimiento abre la puerta de su casa a todos los expertos que quieran admirar, tocar, investigar y analizar la pieza. Pero con la imprescindible condición de que la piedra vuelva a sus manos. No la quiere en un museo, tampoco para él solo. "Quiero tenerla yo a buen recaudo y que la pueda ver quien quiera. Que la cojan y que la admiren, pero que no la encierren para siempre", destacó ayer. Pello no está conforme con el uso actual del patrimonio en Asturias y, esta vez, siente que puede tener voz y voto en el destino: "Yo la encontré y yo sé lo que quiero hacer con ella", afirmó.
Pello es un amante de la geología, aunque sólo es una afición. Tiene en casa decenas de piedras "raras" que ha ido reuniendo a lo largo de su vida: "Yo si voy por el río y me llama algo la atención lo guardo, esta vez sabía que tenía algo importante", destacó. Tanto se entusiasmó, que pasó noches en vela admirando la piedra bajo una lupa y una potente luz blanca. Él hace su propia lectura. Desde su punto de vista, se trata del "extremo proximal de un fémur de un animal de grandes proporciones". La pieza pesa casi seis kilos y hay que aguantarla con dos manos. Tiene rugosidades de forma circular que, a juicio de Pello, podrían ser los tendones. Un tono más oscuro en la parte exterior, así como varias hendiduras. El allerano ya se ha montado la historia: "Esos agujeros son mordeduras", aseguró el joven aficionado a la geología.
Expertos
Los expertos no van tan lejos, pero no bromean con la pieza encontrada por Pelayo Pello. Los profesionales consultados por LA NUEVA ESPAÑA, arqueólogos y paleontólogos, afirman que la piedra bien podría ser un fósil prehistórico. Eso sí, con ellos no hay ningún tipo de especulación y no se atreven a dar más datos hasta que puedan ver de cerca la pieza, estudiarla e investigar hasta llegar a una conclusión firme sobre su datación y procedencia.
Los expertos tienen las puertas abiertas y, si se confirma lo que Pello dice, habrán datado el primer resto de un animal prehistórico en la zona del concejo de Aller. Al joven le tiemblan las manos cada vez que coge la piedra y está seguro de que puede haber algo grande ahí detrás: "Si de verdad esto es un hueso, el animal tendría que ser tremendo", aventuró. Los expertos piden prudencia y respeto sobre el hallazgo porque, dicen, en las Cuencas todo es posible, hay mucho subsuelo que, por la actividad de las explotaciones mineras, aún está sin cartografiar. Para saber si el "Alleranosaurus" existió, aún habrá que esperar.
