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La Mayacina, aparca como quieras

Los controladores de la principal zona de estacionamiento de Mieres denuncian los constantes incumplimientos y la imposibilidad de ordenar su uso

Mariano Encinas señala uno de los puntos por lo que acceden indebidamente algunos conductores. F. GEIJO

Aparca como quieras y donde quieras. En el amplio y muy utilizado parking público de la Mayacina podría perfectamente colgarse un cartel con este eslogan. Los controladores que se encargan de ordenar el uso de este céntrico espacio se sienten impotentes y reconocen que en muchas ocasiones se ven incapaces de conseguir que algunos conductores cumplan las más elementales normas cívicas. Según explican, es frecuente que vehículos accedan al solar atravesando las aceras y evitando la entrada al recinto habilitada para la correcta canalización del tráfico. Además, denuncian que en ocasiones son increpados si dan indicaciones sobre las zonas más adecuadas para el estacionamiento. Ante esta situación, el gobierno local está estudiando la viabilidad de vallar los terrenos para evitar incumplimientos.

El centro de empleo Asprodem asumió en 2009 las tareas de control de los accesos al aparcamiento de la Mayacina. El Ayuntamiento de Mieres llegó a un acuerdo con la firma para que se encargase de vigilar el recinto a cambio de poder recibir donativos de los usuarios. El pago es optativo, nunca obligatorio. Por eso cuesta comprender que muchos conductores opten por evitar la entrada habilitada al aparcamiento y lo hagan por otros puntos del perímetro, atravesando las aceras y aprovechando los rebajes de los pasos de cebra: "Es increíble lo que está pasando, un día vamos a tener que lamentar un accidente", señaló ayer muy molesto Mariano Encinas, uno de los controladores. Los vigilantes ya han traslado esta problemática al Ayuntamiento, pero se sienten maniatados. "En alguna ocasión hemos cogido las matrículas de los vehículos que incumplen las normas, pero cuando hemos llamado a la Policía Local nos han dicho que son ellos lo que se encargan de la vigilancia y nos han pedido que no hagamos nada al respecto". Así los controladores se limitan ahora a ver como los vehículos pasan ante sus ojos. "También tenemos que tener cuidado si aconsejamos a un conductor estacionar en un lugar concreto para mantener un orden, ya que hay gente que enseguida nos insulta y se hacen los ofendidos", explican los trabajadores de Asprodem. Aseguran que se viven situaciones de enorme tensión: "En algunas ocasiones, aunque no es algo frecuente, el aparcamiento se ha llenado y, en esos casos, colocamos unos cubos para impedir el acceso", apunta una vigilante. "He presenciado como una conductora se llevaba por delante la señalización sin hacer caso a nuestras indicaciones".

Los controladores del aparcamiento de la Mayacina asumen que en la actual situación poner orden en el recinto resulta "casi imposible". Han hablado con el gobierno local, que reconoce el problema. De hecho, los gestores de IU están valorando la posibilidad de establecer un cierre perimetral. El problema radica en el carácter provisional que tiene esta bolsa de aparcamiento. El Ayuntamiento construirá con fondos propios un parque en la parcela si, como es muy probable, el parking subterráneo proyectado inicialmente para el aprovechamiento de este solar termina por no ejecutarse. La intención municipal es sacar en breve a licitación la obra del equipamiento, aunque a nivel político ya está asumido que la posibilidad de que alguna empresa opte a desarrollar la actuación es muy escasa, por no decir casi nula.

Por ello, el equipo de Aníbal Vázquez ya trabaja en un plan alternativo. La propuesta que está sobre la mesa pasa por habilitar un espacio lúdico que ofrezca servicio a los mierenses y mejore la estética de la ciudad. La construcción de este parque le costará a las arcas municipales alrededor de 800.000 euros.

Junto con los incumplimientos de algunos conductores, el aparcamiento público de la Mayacina presenta otro grave problema. Los terrenos no están asfaltados y, pese a que el Ayuntamiento hace actuaciones periódicas de acondicionamiento, el terreno presenta habitualmente un muy mal estado, con numerosos baches en las zonas de mayor uso.

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