El recuento poblacional en el mayor asentamiento de la comarca

Mieres ganó en un año 303 vecinos tras cuatro décadas de caída demográfica

El padrón municipal suma actualmente 41.013 habitantes, por los 40.710 que estaban registrados en el concejo en agosto de 2014

Mieres ganó en un año 303 vecinos tras cuatro décadas de caída demográfica

Contra todo pronóstico y previsión Mieres ha ganado en el último año 300 habitantes. La última actualización del censo local establece que el municipio inició septiembre con 41.013 vecinos. En agosto del año pasado, el recuento se situaba 40.710. El estirón demográfico rompe con una dinámica de décadas y hace prever que a finales de año Mieres, por primera vez desde 1970, podría ganar población en un ejercicio natural.

El comatoso padrón de Mieres ha dado signos de reacción. Hablar de recuperación será prematuro tras haber perdido 30.000 habitantes en cuatro décadas, pero los datos recogen un hecho incontestable. El concejo ha ganado en el últimos doce meses habitantes, concretamente 303. El verano pasado tenía 40.710 y ahora tiene 41.013. Un buen dato, más si se buscan precedentes inmediatos. Mieres llegó al parón estival de 2013 con 41.610 personas. Es decir, los 300 habitantes ganados en último año confrontan con los 900 que se perdieron en los 12 meses anteriores. Es evidente que la tendencia ha cambiado, aunque habrá que esperar para saber si realmente el concejo se encuentra en un punto de inflexión.

Mieres parece haber reaccionado justo cuando parecía inevitable que el municipio caería por debajo de los 40.000 habitantes. De hecho a nivel municipal se daba casi por seguro que muro caería a finales de este mismo año. Con el último recuento, parece más que improbable.

Buscar explicaciones al provisional repunte poblacional se antoja tarea compleja, ya que en el último año no se han abordado actuaciones empresariales ni se han puesto en marcha promociones residenciales. Y es que, en el contexto de los últimos cuarenta años, el peso demográfico de Mieres sufre un importante desequilibrio. Los geógrafos reconocen que el ritmo de despoblamiento era, al menos hasta ahora, "alarmante", incluso han hablado de una tendencia "escalofriante". Los expertos llevan años advirtiendo que no atisban un antídoto que permita prever un cambio de tendencia. Siempre han sostenido que únicamente un "improbable" ciclo de eclosión económica, prolongado durante varios años, podría revertir la situación con la ayuda de la inmigración. Y es que Mieres, además, se está convirtiendo en una ciudad sin jóvenes, con una población tremendamente envejecida. Aún este contexto, Mieres ha logrado en doce meses ganar población contra todo pronóstico.

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