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Polémica por el trazado de la Alta Velocidad

El Adif no evitará a los vecinos del Huerna el ruido ni las vibraciones del AVE

El organismo del Gobierno central rechaza instalar pantallas acústicas en las zonas próximas a las vías, como exigen las poblaciones

Un tren Alvia, a su paso por la estación de Campomanes. FERNANDO GEIJO

El Administrador de Infraestructuras (Adif) no instalará ningún equipamiento para evitar las molestias del paso de los trenes de Alta Velocidad (AVE) en la zona del Huerna. La propuesta había surgido de los vecinos de Campomanes ya que la localidad, junto a Felgueras, quedaba fuera del programa de protección que el Adif sí llegará a cabo en otras zonas, como Ronzón. La asociación de vecinos amenaza ahora con llegar "hasta el final" y emprender movilizaciones.

Campomanes puso sobre la mesa su petición hace unas semanas. La presidenta de la asociación vecinal, Dolores Martínez, había mostrado su descontento porque el Adif había excluido al pueblo de sus planes. Según su versión, Campomanes tiene casas "a menos de veinte metros de distancia del nuevo trazado". "Si no se hace nada, esos vecinos vivirán todos los días sufriendo ruidos y vibraciones", destacó la portavoz de la entidad.

La propuesta era clara. El pueblo puso dos soluciones sobre la mesa: instalar pantallas acústicas y mantas contra las vibraciones. Sólo con estas medidas, señaló Martínez, "podremos asegurar la correcta llegada de la Alta Velocidad a Asturias sin que nadie salga perjudicado". Enviaron un escrito, respaldado por centenares de vecinos, en el que recogían su reclamación y los argumentos.

La réplica llega ahora y tampoco deja lugar a dudas. El Administrador de Infraestructuras no tiene previsto acometer ninguna de las actuaciones propuestas por los vecinos. Explican que no están incluidas en el proyecto original y que, actualmente, el Gobierno central no cuenta con presupuesto.

La guerra entre Campomanes y el Adif viene ya de lejos, y siempre termina igual. Los vecinos de la localidad lenense también habían reclamado una serie de mejoras para reparar los daños que ha causado la actuación en el entorno. Entre otras cuestiones, exigían la reparación del firme en la carretera general. Según explicaron los vecinos, el asfalto se había agrietado por el paso de maquinaria pesada hacia las obras. El Adif dijo, en un primer momento, que no atendería la propuesta. Afirmaron que la zona tenía mucho tráfico y que esa era la única causa de las imperfecciones.

El Adif también declinó pintar las fachadas de la carretera general. Los vecinos habían requerido la actuación porque, según su versión, las casas se habían deslucido por el polvo que levantaba la obra. Los responsables del organismo replicaron, de nuevo, que las obras no habían influido en el estado de las paredes y que esas labores tampoco estaban previstas en el proyecto original.

La nueva negativa ha caído como un jarro de agua fría en la localidad. Dolores Martínez afirmó ayer que "esta vez estamos dispuestos a llegar hasta donde haga falta, con el objetivo de conseguir lo que pedimos". Desde su punto de vista, la ausencia de pantallas acústicas y mantas para evitar las vibraciones "atenta contra los derechos de los vecinos que tienen una casa cerca del nuevo trazado". La próxima semana se reunirán para decidir cuándo y cómo iniciarán las movilizaciones.

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