El deterioro del Museo de los Quesos hace inviable su apertura sin nuevas obras

El Ayuntamiento de Morcín ya negocia con el Principado una actuación en el fallido equipamiento, con un coste de hasta 200.000 euros

Instalaciones del fallido Museo de los Quesos. FERNANDO GEIJO

El deterioro que sufren las instalaciones de lo que debería de ser el Museo de los Quesos de Asturias, en La Foz de Morcín, hace inviable su apertura sin abordar previamente una actuación de saneamiento y reforma. Las instalaciones construidas hace ya más de un lustro padecen humedades debido a la falta de uso. El Ayuntamiento de Morcín estima que harían falta entre 100.000 y 200.000 euros para acondicionar el inmueble para su aprovechamiento. El alcalde, Jesús Álvarez Barbao, ha solicitado el Gobierno del Principado su implicación en el proyecto para que sufrague los gastos de mejora que necesita el equipamiento.

El gobierno local sostiene que a estas alturas cualquier proyecto de aprovechamiento del edificio que en su momento albergó las tolvas del pozo Monsacro pasa por abordar previamente nuevas obras. El alcalde del municipio, Jesús Álvarez Barbao, reconoce que el principal problema son las humedades: "Hemos hablado con el Gobierno regional para que se apruebe una partida presupuestaria y se han mostrado receptivos", señaló el regidor.

El Ayuntamiento de Morcín aspira a que el Museo de los Quesos Asturianos pueda abrir sus puertas a lo largo de 2016, aunque de momento es más una declaración de intenciones que un plan con garantías. El gobierno local pretende dividir el espacio en varios departamentos. Una parte de las instalaciones tendrían una utilización museística. La cofradía de amigos de los quesos, que gestiona el actual museo de la Lechería de La Foz, trasladaría a estas dependencias. Además, el Ayuntamiento pretende habilitar un espacio de usos múltiples para reuniones, talleres o actividades que se puedan desarrollar en la Foz de Morcín. Este espacio serviría también como sala de exposiciones, conferencias o proyecciones. Además, se habilitaría locales para que las asociaciones del municipio puedan tener un espacio propio donde desarrollar sus propias actividades.

El Museo de los Quesos de Asturias comenzó a fraguarse hace ya unos 20 años. Tras una farragosa gestación, las obras arrancaron en 2006. Hubo problemas desde el principio y las labores duraron más de dos años. La inversión rozó los 1,4 millones de euros. En principio, el Ayuntamiento contaba con otros 800.000 euros provenientes de los fondos mineros para equipar las instalaciones, para la supresión de estas ayudas por parte del Gobierno central dejaron sin cobertura la actuación. Durante el último lustro el edificio ha permanecido abandonado y los efectos del tiempo ya pasan factura.

Las dificultades a las que se enfrenta el Ayuntamiento de Morcín para poner en marcha el fallido Museo de los Quesos no son un caso aislado. Las comarcas mineras precisan de unos seis millones de euros para abrir sus instalaciones museísticas ya construidas o pendientes de reforma. La crisis económica, combinada con la supresión de los fondos mineros impulsada por el Gobierno del PP (con los que se preveía costear buena parte de estos proyectos), ha puesto en peligro el desarrollo de unos equipamientos -once en total- que corren el riesgo de quedarse a medias, vacíos y sin ninguna utilidad aparente. De hecho, algunas de las instalaciones llevan años ejecutadas sin que, por el momento, exista una estimación sobre cuándo se podrán abrir al público.

Proyectos pendientes

Lena, por ejemplo, requiere de dos millones de euros para convertir el antiguo palacio de los Faes de Carabanzo en un museo relacionado con la vía de la Carisa. Mieres también tiene pendiente la apertura del pozo San José, en Turón. La explotación lleva más de cuatro años rehabilitada, tras una inversión de un millón de euros, pero vacía. También en Turón está parcialmente rehabilitado el pozo Santa Bárbara, igualmente sin plan de aprovechamiento. Son algunos ejemplos de las asignaturas pendientes que tienen los ayuntamientos mineros en lo que se refiere al aprovechamiento de sus bienes culturales.

Compartir el artículo

stats