En pleno polígono de Villallana se levanta una nave en color ocre y azul. Es la planta de Asturiana de Laminados (Asla), tercera productora de láminas de zinc en el mundo atendiendo al volumen. Quieren llegar más alto y ascender hasta el primer puesto, pero necesitan una ampliación de las instalaciones que está paralizada por la falta de financiación para la urbanización del área. La ampliación de Asla, que la empresa cifra en 12 millones de euros, va contra el reloj y tendrá que finalizar en un año. Si el suelo de Villallana no está listo entonces para la actuación, que generará ochenta nuevos empleos, Asla llevará esta nueva línea de actividad fuera de Lena. Al frente del "estirón" de la compañía están el presidente ejecutivo de Asturiana de Laminados, Macario Fernández, y el vicepresidente, Jaime Rabanal (exconsejero de Economía y Hacienda y exgerente del área sanitaria de Oviedo).

Entender el problema al que se enfrenta Asla si no hay ampliación es fácil con una visita a la factoría. Actualmente, explicó Macario Fernández, las instalaciones cuentan con una laminadora que produce ocho acabados. Cuando finalice este año, Asla habrá vendido 22.000 toneladas de producto. El 99% se exporta a clientes de treinta y tres países. Cerrará 2015 con una facturación de cincuenta millones de euros.

La planta está en un ajetreo ordenado y continuo. El método actual de trabajo comienza con la recepción de lingotes desde Asturiana de Zinc. Estas piezas se funden en hornos y se convierten en bovinas de láminas. De ahí a la laminadora, que produce ocho tipos de acabados. Se les quedaba pequeña y encargaron una nueva máquina, con un presupuesto de nueve millones de euros. Será el primer equipo en producir láminas de ancho 1.500, una innovación que pondría a Asla a la cabeza del mercado y le permitiría derrocar a su competencia.

"Es necesario ampliar la nave con una nueva construcción, que tenga un mínimo de 300 metros", explicó Fernández. Las obras han comenzado, pero sólo dentro de la capacidad actual de Asla: los primeros cincuenta metros. Si el montaje de la laminadora culmina y en Villallana no hay sitio, buscarán una nueva ubicación para esta línea. "Lo que hay aquí no se deslocalizará, no podemos trasladarlo", matizó Fernández. Confía en la "capacidad para ponerse de acuerdo" de las administraciones y hace una reflexión: "Aún sin urbanizar, estamos trabajando perfectamente". La ampliación de Asla es el proyecto industrial más ambicioso en las Cuencas.