Mieres entre costuras. El taller de formación de la firma Dácala recibió el Premio Nacional a la Moda y la Excelencia Empresarial (Prenamo) que concede anualmente la Asociación de Jóvenes Diseñadores "ANDE" y la Cámara de Comercio de Madrid, en colaboración con el Museo del Traje y la revista Elegance Tendencias. Pilar Martín y Minerva Losa, madre e hija y cabezas del negocio, salieron orgullosas a recogerlo. El jurado valoró su trabajo en la "recuperación" del oficio de costureras. Cada año, en un pequeño taller bajo la tienda de la firma, forman a medio centenar de personas en el bonito arte de coser.

"Hoy en día no es difícil crear una colección, pero es realmente complicado confeccionarla". Así resume el panorama actual de la moda Pilar Martín. Ella y su hija decidieron embarcarse en un arriesgado proyecto hace casi un lustro. De su idea nació Dácala: una acogedora tienda en el bajo, un taller en el subsuelo y un probador para los clientes en el primer piso. Un bonito atelier que se les antojaba un sueño.

Lograron hacerlo realidad. Su proyecto de moda, a medio camino entre el prêt-à-porter y la alta costura, recibió el Premio "Dedal de Oro" en verano. Ahora ha sido el turno del taller: "Creemos que el sector sufre la falta de costureras, hay muchísima gente formada en diseño, creativos, pero no hay mano de obra", explican las emprendedoras mierenses. Sobre ese pilar construyeron su escuela. Un centro en el que imparten cursos de patronaje industrial y a medida, costura y también dibujo de figurín. Este último taller es "muy específico" y tiene un público definido: "Se trata de gente que quiere perfeccionar su técnica para dedicarse al diseño, es totalmente opcional", explicó Martín.

Entre los estudiantes del resto de cursos, hay de todo. Desde aprendices sin aspiraciones que sólo buscan pasar un buen rato, hasta desempleados que intentan reinventarse: "Si eres mañoso y lo haces bien, encuentras fácilmente trabajo", señaló Losa. Y es que la confección está muy cerca de la extinción. Tanto, que los pocos talleres que quedan en España "están colapsados" y tienen lista de espera. Dácala también recibe a estudiantes de prestigiosas escuelas de diseño que recogen su diploma sin saber dar unas puntadas: "Les dicen que ya encontrarán a alguien que se lo haga". En Mieres aprenden el oficio.