Cada vez más vecinos de la comarca acuden a Caritas en busca de ayuda. La organización adscrita al arciprestazgo del Caudal atiende en la actualidad 458 familias, por las 359 que recibían ayuda hace un año. Es decir, cien hogares se han visto empujados a buscar el amparo de los programas sociales de Cáritas en un plazo de doce meses.

Traducida un cifras totales, Cáritas ofrece ayuda en estos momentos a 1.190 vecinos de la comarca, la mayoría de Mieres. En general son familias naturales del territorio que se han visto empujadas a la exclusión social ante la falta de recursos económicos. Sólo el 18 por ciento de los beneficiarios son inmigrantes: "En este sentido hay una percepción equivocada, ya que sólo 212 de nuestros usuarios son inmigrantes", explicó Isabel Sendino, que acaba de asumir la coordinador de Cáritas en la comarca del Caudal.

El preocupante aumento de la demanda de ayuda que está detectando Cáritas no muestra en su totalidad la gravedad del problema. Y es que los responsables de la organización perciben que hay muchas personas, incluso matrimonios con hijos, que evitan por todos los medios acudir a este tipo de centros: "Por desgracia hay mucha gente que no acepta su situación y que considera que no deben pedir ayuda", lamenta Isabel Sendino. Todo se complica cuando hay niños de por medio: "Los menores necesitan sentirse integrados y para eso es importante que no tengan que acudir al colegio con un deficiente aseo o ropas demasiado viejas".

Cáritas ofrece varios programas de ayuda a las familias necesitadas. La primera toma de contacto se hace a través de un entrevista en que se evalúa las necesidades de cada persona. A partir de ese momento la cobertura es amplia. "Ofrecemos asesoramiento sobre todas las subvenciones a las que se pueden optar, además de ayudas en la búsqueda de empleo", apuntó Sendino. Cáritas también cubre necesidades de carácter básico. Entrega cupos canjeables por comida e incluso aporta dinero para cubrir gastos de primera necesidad, como el pago del alquiler o de los recibos de luz y agua". Además, es conocido el servicio del ropero de Cáritas tiene en la calle Ramón y Cajal: "Posible sea lo más conocido, pero es un pequeña parte de nuestro trabajo".