Texeo, la mina de la Prehistoria

Riosa inauguró ayer las obras del entorno de la explotación más antigua de Europa, con actividad hace 4.500 años, que incluyeron el acondicionamiento de un mirador y una galería

Texeo, la mina de la Prehistoria J. R. SILVEIRA

Texeo es la mina de la Prehistoria. Riosa guarda en el alto de Rioseco las explotaciones más antiguas de Europa, con la primera actividad datada hace más de 4.500 años. La obra de acondicionamiento de la zona, que consistió en la construcción de un mirador para observar los restos del poblado minero y una galería de la última mina de cobre (del siglo XIX), terminó ayer. El Ayuntamiento y la empresa encargada de las labores brindaron por el comienzo de una nueva etapa turística en el municipio. Los recorridos por el exterior están abiertos al público desde ahora, pero la entrada a la bocamina tendrá que ser guiada. La alcaldesa, Ana Díaz (IU), espera que el programa arranque en unas semanas y que los encargados del trabajo sean riosanos actualmente en paro.

El ingeniero belga A. Van Straalem descubrió en el siglo XIX la antigua explotación prehistórica. Fue el impulsor de retomar la actividad en el alto de Texeo y de la apertura de una mina de cobre que dio trabajo durante un siglo a centenares de vecinos. Aquellas bocaminas prehistóricas, se taparon en 2010. Fue entonces cuando la empresa Congeo determinó que podrían ser peligrosas para los senderistas. La compañía, cuyo geólogo es Francisco Ruiz, también elaboró un proyecto para valorar los elementos que podrían aprovecharse para la explotación turística.

Fue el germen de las instalaciones que estrenaron ayer. En una primera fase se rehabilitaron las tres casas en pie del poblado y, tras los recientes trabajos, domina el alto un vistoso mirador. También la bocamina, iluminada estratégicamente para que ningún turista se pierda. Congeo desarrolló la parte artística, geológica y patrimonial y la empresa "Jaime Fernández" se encargó de la mano de obra. Terminaron tras meses de trabajo, una colaboración "ejemplar" y la inversión de 157.000 euros, con cargo a los fondos Leader.

Los responsables de la actuación acudieron ayer al alto, junto a la Alcaldesa. "Queremos que esto sea una pieza principal para el desarrollo turístico del municipio", señaló Ana Díaz. Una oferta diferente que atraiga a más turistas de los que el concejo ya tiene, principalmente ligados al ciclismo por el alto de L´Angliru. Junto a ellos estuvieron vecinos de la zona, historia viva del yacimiento.

El padre de José Manuel Díaz, Maximino, trabajó en la explotación durante los últimos años de actividad: "Aquello era duro, todos los trabajos de la mina lo son", destacó, asomado al mirador de Texeo. También había mujeres empleadas en el lugar, como Argentina González. Trabajaba en los lavaderos, pero más de una vez tuvo que ayudar a sacar el cobre.

Un mirador

para admirar la riqueza patrimonial de Rioseco

El mirador de la mina de Texeo se construyó con materiales que harán fácil su mantenimiento. Antiguas traviesas de la vía del tren y hierro forman esta estructura, que permite una visualización perfecta del antiguo poblado minero que se construyó en el siglo XIX. A la izquierda, los participantes en la visita de ayer, asomados a la nueva instalación. El recorrido para acceder desde el poblado hasta el mirador es de unos diez minutos a pie. Está abierto al público desde ahora y no es necesario contratar a un guía para disfrutar de las vistas desde la altura.

Una galería de cien metros para experimentar la entrada a la mina

La galería de la mina de Texeo tiene una longitud de un kilómetro, aunque sólo se han acondicionado cien metros. Según Nicanor González, de la empresa Jaime Fernández, "es el tramo que nos permite garantizar al cien por cien la seguridad de los visitantes". Como muestra la imagen, está iluminada y conserva el aspecto que tenía en los años sesenta, cuando se clausuró. El paseo es muy recomendable y permite experimentar la entrada en las entrañas de la explotación. La presencia de un guía asegurará que los visitantes no salgan del recorrido marcado.

Vestigios de la actividad extractiva de cobre en Riosa

El antiguo poblado minero es el vestigio más claro de la actividad extractiva de cobre en Riosa. Actualmente sólo están reformadas las fachadas de tres viviendas, aunque el Ayuntamiento busca financiación para acondicionar el interior de los inmuebles. En la fotografía, los restos de la planta de tratamientos. Además de las modestas casas de los trabajadores, también tenía una vivienda para el ingeniero. La casa de dirección, un economato, los lavaderos y las cuadras de las caballerías completaban el complejo residencial para obreros y patrones.

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