"La hemodiálisis es dura y acabar con los desplazamientos nos da calidad de vida"

Los primeros pacientes del nuevo servicio del Hospital Álvarez Buylla destacan la mejora de la atención de una "enfermedad muy agresiva"

"La hemodiálisis es dura y acabar con los desplazamientos nos da calidad de vida" J. R. SILVEIRA

El Hospital Álvarez Buylla de Mieres comenzó ayer a prestar tratamientos de hemodiálisis. La apertura del servicio se ha hecho esperar casi año y medio, pero finalmente los enfermos de la comarca que sufren patologías de riñón ya no tendrán que seguir desplazándose a Oviedo, como hasta ahora. Los tres primeros pacientes de la unidad acudieron ayer al centro sanitario de Santullano a primera de la mañana. Sobre la una de la tarde, tras unas cuatro horas de tratamiento, dejaron las instalaciones: "Evitar los desplazamientos supone un gran avance para nosotros, por lo demás, la atención es buena, similar a la que recibíamos en Oviedo", apuntaron satisfechos.

La puesta en marcha de la hemodiálisis en Mieres ha sido posible gracias a los acuerdos de cooperación entre las áreas sanitarias VII (Caudal) y VIII (Nalón). El consejero de Sanidad, Francisco del Busto, acudió ayer al Álvarez Buylla para supervisar el inicio de la actividad: "El objetivo es que la unidad esté a pleno rendimiento en unas cinco semanas", explicó. La sala de hemodiálisis cuenta con ocho equipos de tratamiento, más uno para enfermos menos graves. Dos nefrólogos, seis enfermeras y cuatro auxiliares se encargan de dar cobertura a estos cuidados: "Estamos muy satisfechos, ya que la apertura de esta unidad nos mejorará notablemente la calidad de vida", apuntó ayer Luis Ángel García, que está a la espera de su cuarto trasplante. Este turonés está a tratamiento desde 1981. Por primera vez en 34 años fue atendido en el municipio: "Hay que tener en cuenta que estamos enchufados a las máquinas entre cuatro y cinco horas, por lo que la comodidad es muy importante".

El tratamiento de hemodiálisis se realiza en días alternos. Es decir, lo enfermos deben acudir al centro de tratamiento al menos tres veces por semana. Permanecen durante horas "depurando". En Oviedo, era Cruz Roja quien ofrecía el servicio a los pacientes de la comarca del Caudal. Muchos eran atendidos en el turno de noche. Antonio Fernández era uno de ellos. "Me venía a buscar la ambulancia a las diez de la noche y ya no regresaba a casa hasta las cinco de la mañana". Ayer acudió al Álvarez Buylla caminando desde su casa, ya que reside en Santullano. Poco después de la una de la tarde ya estaba cambiado de ropa y listo para regresar a su domicilio: "Es una gran avance, ya que los desplazamientos a Oviedo se hacían muy duros".

Antonio Fernández lleva a tratamiento desde 1982. Ya acumula dos trasplantes. "Con el primero tuve suerte, me duró trece años; aquel riñón era formidable". Estos enfermos sostiene que el resto de la sociedad no es consciente de las penalidades y sufrimientos que pasan: "Mucha gente piensa que vienes, te conectas a la máquina y luego te vas a casa y haces vida normal hasta la próxima sesión". Luis Ángel García destacó que las enfermedades renales exigen muchos cuidados: "No podemos beber absolutamente nada, ya que retenemos los líquidos", apuntó. "Yo llevo tres años sin mear", puntualizó Antonio Fernández. Y es que cada 48 horas estos pacientes deben enfrentarse a las diálisis. Lo ideal es acudir a la prueba con menos de dos litros de líquido en el cuerpo: "Estamos siempre calculando y si, por ejemplo, comes un trozo de sandía, pues a restar". Si se dan un capricho y beben varios vasos de agua o una cerveza, lo pueden pagar caro: "Si llegas a la diálisis con mucho líquido en el cuerpo lo pasas fatal, te dan calambres y te baja la tensión, entre otros problemas", subrayó Luis Ángel García. Para estos enfermos, beber un baso de agua es un lujo impagable, una tentación prohibida: "A veces rabias de sed".

El presidente de la Asociación para la Lucha contra las Enfermedades Renales en Asturias, Rogelio García, destacó ayer que "Asturias es actualmente un región privilegiada en lo que al tratamiento de enfermedades del riñón se refiere, ya que contamos con diez unidades de tratamiento de hemodiálisis". Aún así, remarcó que "la enfermedad sigue siendo muy agresiva, con pacientes cada vez de más edad".

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