El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ha imputado a un vecino de Villar de Ujo (Mieres) por cazar y cautivar ilegalmente pájaros cantores, algunos de ellos pertenecientes a especies catalogadas con la figura de Especial Protección. El hombre, que se enfrenta a penas de más de seis meses de prisión, capturaba a las aves con redes y pegamento conocido como liga. Utilizaba como reclamo jilgueros, a los que sujetaba por una pata o enjaulaba, para que otros pájaros se acercaran. En su finca, guardaba setenta y ocho ejemplares en aviarios cerrados.

Los miembros de la Guardería de Medio Rural de Pola de Lena, adscrita a la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Autóctonos del Principado de Asturias, detectaron los hechos y los pusieron en conocimiento del Seprona. Los agentes abrieron de inmediato una investigación y procedieron a identificar al supuesto autor de los hechos. Una vez localizado, junto a la patrulla del Seprona de Lena, inspeccionaron la finca donde se llevaban a cabo las capturas ilegales.

El registro se produjo en el momento exacto. Los agentes encontraron al hombre utilizando al jilguero atado como reclamo, con la intención de que otros pájaros se acercaran a un árbol frutal. Las ramas estaban impregnadas con el pegamento liga. También tenía otro jilguero en una jaula, rodeado de tres redes muy finas, para capturar pájaros de cualquier especie.

El hallazgo fue sorprendente. Según el Instituto Armado, "en la finca había cinco aviarios cerrados con malla de red para la retención de las especies capturadas". También numerosas jaulas con pájaros, todos sin anillas. El imputado no pudo justificar la tenencia legítima de los ejemplares ante los agentes de la Guardia Civil.

El hombre guardaba un total de setenta y ocho aves de distintas especies. En concreto, sesenta y tres jilgueros (Carduelis carduelis), seis pardillos (Carduelis cannabina), cuatro verdecillos (Serinus serinos) y cinco camachuelos comunes (Pyrrhula pyrrhula). Esta última ave está incluida en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Silvestre por lo que su caza, tenencia y tráfico están tipificados como un delito con penas de al menos seis meses de prisión.

Los agentes del Seprona recuperaron los ejemplares y también intervinieron todos los materiales utilizados para su captura: redes, pegamentos y jaulas, entre otros. Estas herramientas, según la Guardia Civil, están consideras como "medios no selectivos para la caza". Su uso está tipificado también como delito con penas de, al menos, cuatro meses de prisión.

Operación en Luarca

El de Mieres no es el primer caso de captura ilegal de aves que se produce en la región. El pasado mes de julio, los efectivos de la patrulla del Seprona de Luarca sorprendieron en la localidad de Barcia (Valdés) a un vecino del lugar que utilizaba la técnica denominada "método del arbolillo". Se trata de una fórmula de caza que consiste en la colocación de tres ramas impregnadas con pegamento liga y clavadas en un prado, alrededor de una jaula con pájaros cantores como reclamo. Los agentes fueron alertados por un ciudadano anónimo y constataron que el hombre había capturado dos pardillos comunes y un verderón común (Carduelis chloris).

La patrulla liberó a las aves cautivas y también a dos pardillos y un verderón común, que utilizaba como reclamos en sus jornadas de caza. Estaban enjaulados sin anillas y fueron devueltos a su medio natural. El Seprona procedió al comiso de las herramientas utilizadas para la captura ilegal: tres jaulas y dos botes de pegamento liga. El supuesto autor de los hechos fue denunciado en virtud de la Ley de Biodiversidad a la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Autóctonos. Se enfrenta al pago de una multa.