El debate surgido en torno al uso que se le debe dar a las restauradas instalaciones del pozo Santa Bárbara de Hunosa, enclavadas en pleno valle de Turón, cuenta con una nueva y firme propuesta. Es la que el SOMA-FITAG-UGT ha puesto encima de la mesa dentro de su plan global de recuperación y rentabilización del patrimonio industrial. La iniciativa pasa porque la Fundación Laboral de Minusválidos Santa Bárbara (Fusba) utilice las dependencias del pozo de La Rebaldana para impulsar dos nuevos proyectos: uno relacionado con el archivo de documentos (tanto en papel como en medios digitales), y otro relacionado con la oferta de servicios medioambientales y a comunidades de propietarios.

Para los responsables de la central mineral, "el proyecto del pozo Santa Bárbara se encuentra con dos problemas que lastran su futuro". En este sentido apuntan a que por un lado, la rehabilitación de las instalaciones no fue integral, sino que solo afectó a una parte del conjunto. Por otra parte, "no se definió el uso que iba a dársele una vez acabadas la obras, aunque fuera tan siquiera a la parte rehabilitada".

En lo referente a este segundo problema es donde el SOMA hace mayor hincapié. A su juicio, "los proyectos culturales por si solos no garantizan que sean autosuficientes debido a que las administraciones no están dispuestas a soportar los costes de nuevas instalaciones si no son sostenibles por si solas en los gastos básicos de mantenimiento".

Por ello, entiende el SOMA que deben buscarse proyectos empresariales a través de los instrumentos creados para la promoción industrial de las cuencas, como son Sadim Inversiones y la Sociedad para el Desarrollo de las Comarcas Mineras (Sodeco), sin olvidar el papel que deben jugar en este aspecto la administración autonómica, la nacional y la empresa Hunosa".

La central considera que el pozo Santa Bárbara es la ubicación idónea para levantar un nuevo proyecto industrial de Fusba, que vinculan a dos líneas de negocio: la gestión de archivos y los servicios medioambientales y a comunidades de propietarios.

La Fundación ya dispone de un departamento que trabaja en el área de la gestión de documentos y para el SOMA, Fusba "puede poner sus servicios como soporte de empresas o administraciones". Como ejemplo, afirma "hay que pensar en el volumen de documentos que generan y gestionan, bancos, empresas o las administraciones tanto nacionales, autonómicas o locales".

Además, "respecto a la gestión física de archivos, puede rehabilitarse el antiguo edificio de oficinas y cuartos de aseo para la custodia de archivos de empresas, entidades, o administraciones". Este proyecto cobra mayor relevancia tras la declaración de la Fundación como medio propio de la Sociedad de Participaciones Industriales (SEPI), ya que ahora tendrá prioridad en los contratos, tanto con Hunosa como con el resto de la administración.

Además, tanto esta propuesta como la de mantenimiento de comunidades "no serían incompatibles con los proyectos culturales y de otro tipo que pudieran desarrollarse en las instalaciones del pozo", finalizan desde el SOMA.