El centro europeo de Soft Computing se puso en marcha hace ahora diez años con una inversión inicial de doce millones de euros y el soporte de la Obra Social de Cajastur -bajo la denominación ahora de Liberbank-, el Gobierno del Principado de Asturias y el Ministerio de Industria. La mitad fueron aportados por Cajastur. Los otros seis millones de euros llegaron de los fondos mineros. Por su parte, el Principado acordó una aportación de 1,2 millones de euros, a razón de 200.000 euros por año hasta 2011. El Gobierno regional dio cuenta de su interés por el centro y siguió aportando dinero hasta el presente ejercicio. En 2012, se abonaron 160.000 euros, mientras que en los años siguientes la aportación bajó a 150.000. Junto a esta inversión, también recibió recursos adicionales a través de distintas convocatorias, como el programa "Asturias". Este soporte se mantuvo hasta el año 2012. Desde entonces, el centro se está autogestionando entre los fondos iniciales, las pequeñas aportaciones de entidades y el dinero procedente de la actividad investigadora, llegando a un 40 por ciento de autofinanciación.