La demolición de toda una manzana urbana

Interior adjudica el derribo del cuartel de Mieres con una baja económica del 66%

Interior no considera "baja temeraria" la oferta de una empresa madrileña de 153.876 euros, casi 200.000 menos que el precio de la licitación

El viejo cuartel de la Guardia Civil de Mieres. J. R. SILVEIRA

El Ministerio del Interior ha adjudicado la obra de demolición del viejo cuartel de la Guardia Civil de Mieres a una empresa madrileña que presentó un oferta con una baja económica de algo más de 66 por ciento. El proyecto salió a licitación con un presupuesto de 352.927 euros más IVA (427.042 euros). La firma Construcciones Arribas Gonzalo abordará finalmente el derribo del inmueble por un coste de 153.876,54 euros más IVA (186.190,61 euros).

El Ministerio del Interior, a través de la Oficina de Asuntos Económicos de la Guardia Civil, ya ha dado luz verde a la adjudicación de la demolición del viejo cuartel de Mieres con un coste que no llega ni a la mitad de la cuantía de licitación. La planificación establece que las labores deben arrancar a mediados de noviembre para estar concluidas a principios de 2016. La adjudicataria asumirá el derribo del céntrico cuartel, situado en pleno casco urbano, percibiendo como contraprestación algo menos de 154.000 euros. Es decir, lo hará por casi 200.000 euros menos de lo que el Ministerio del Interior había calculado inicialmente.

La administración central no ha visto en la oferta de Construcciones Arribas Gonzalo motivos para considerarla como "baja temeraria". En teoría, con una rebaja del 66 por ciento, la seguridad de la compleja obra no se resentirá. Hay que recordar que la empresa deberá asumir además los impuestos municipales, un 6 por ciento del montante total, y los pagos a Cogersa por el tratamiento de los residuos. Todo ellos sin tener sede en Asturias, por lo que deberá hacer contrataciones en la región o traer personal desde Madrid.

Las administraciones públicas encargan un informe técnico antes de la adjudicación de cada nueva obra para fijar su coste de licitación. Esta valoración económica establece el precio que, según el contratante, costará desarrollar la actuación. A partir de ahí, las empresa pueden presentar sus ofertas. Cuanto más bajen los costes, más posibilidades tienen de llevarse el contrato, aunque, lógicamente, a costa de reducir los posteriores beneficios industriales. Para establecer límites, existe lo que se denominada "baja temeraria". Es decir, si la oferta es sospechosamente baja se puede rechazar. El problema es que esta línea es muchas veces difusa. Al final, el procedimiento debe buscar la transparencia.

Hay, no obstante, trámites de adjudicación que sin dejar de ser aparentemente legales, desconciertan por el baile de cifras. Mieres ya ha sufrido las consecuencias de "bajas temerarias" no "detectadas" en su momento. Un ejemplo son los 117 pisos de alquiler que actualmente se construyen en la Mayacina. El Principado valoró, en 2011, la obra en 9,2 millones de euros, sacándola a licitación por esa cantidad. Luego asumió que era perfectamente posible construir el edificio por 5,2 millones, oferta presentada por la empresa adjudicataria. La obra no se concluyó y tuvo que volver a salir a licitación. Cuatro años después el edificio sigue a medio hacer.

El cuartel de Mieres, con graves daños estructurales, lleva desde 2011 desocupado esperando por su demolición.

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