La Consejería de Educación y Cultura le ha trasmitido al Ayuntamiento de Mieres que mantiene el proyecto inicial para reabrir la Casa Duró convirtiéndola en sede permanente de la valiosa colección artística que atesora el instituto Bernaldo de Quirós. De esta forma, la administración desoye el planteamiento contrario a este traslado que ha hecho público la nueva dirección del centro. El Ayuntamiento, en medio de la polémica, sigue por tanto dando por buena la planificación inicial, según confirmó ayer el alcalde, Aníbal Vázquez, tras interesarse por conocer la postura del Principado al respeto.
La nueva dirección del centro, encabezada ahora por Ana Esther Velázquez, entiende que su patrimonio artístico "sólo tiene sentido aquí, porque forma parte de nuestra labor pedagógica y educativa". Velázquez hizo estas declaraciones la semana pasada durante la jornada inaugural del curso. Esta postura, en principio, rompía el acuerdo que ya desde hace más de un año tenían cerrado el Ayuntamiento y el Principado para trasladar la pinacoteca a la clausurada Casa Duró. Así, Aníbal Vázquez ha solicitado una aclaración a la Consejería de Educación, que ha dicho que el proyecto sigue adelante en los términos acordados. "Nos han comunicado que están a la espera de culminar el proceso administrativo para abordar el traslado de la colección", remarcó el regidor, que considera que la iniciativa es compatible con los intereses del centro: "Se trata de crear una espacio vivo, que pueda ser visitado, que acoja conferencias y que esté a disposición de los alumnos del instituto".
Así las cosas, parece decidido que, guste o no guste a la dirección del centro, su pinacoteca cruzará la carretera y se instará en la Casa Duró, situada a no más de cincuenta metros del complejo formativo. La colección artística del Bernaldo de Quirós fue reunida, de forma especialmente intensa, entre finales de la década de los setenta y principios de los noventa del pasado siglo. La por entonces directora, la ya fallecida Carmen Castañón, tras involucrarse activamente en la organización de concursos de pintura para jóvenes artistas asturianos, decidió destinar parte del presupuesto del centro a la adquisición de obras de arte. La medida generó cierta polémica en un primer momento, pero a largo plazo ha resultado una inversión valiosa, ya que el patrimonio artístico del instituto mierense tiene en estos momentos un gran valor tanto cultural como económico.
