El consejero de Economía y Empleo, Francisco Blanco, se comprometió ayer a mejorar la aportación económica del Principado para evitar el cierre del centro europeo de Soft Computing, con sede en el edificio de investigación del campus de Mieres. Las instalaciones pasan por uno de sus peores momentos tras aprobar el patronato que lo dirige un expediente de regulación de empleo que podría afectar a más del 30 por ciento de la plantilla. Blanco aseguró ayer que esta medida no será suficiente para el mantenimiento del centro y advirtiendo de que "es necesario que cambie su estrategia de trabajo, intentando encontrar más dinero de proyectos de investigación, ofreciendo servicios a las empresas y con una mayor aportación económica por parte de los patronos, entre los que se incluye el Principado".

El responsable del Gobierno regional hizo estas declaraciones durante el Pleno de la Junta General del Principado y en respuesta a una interpelación del diputado de Ciudadanos, Ignacio Prendes, quien reclamó medidas de apoyo para mantener el centro. Francisco Blanco hizo un pequeño repaso por la historia del centro europeo de Soft Computing desde su creación en 2005. El Consejero explicó que se hizo una aportación inicial de doce millones de euros procedentes de fondos mineros, así como de Cajastur (ahora Liberbank) y el propio Gobierno regional. Estos dos últimos realizaron otros abonos adicionales que, en el caso del Principado, llegaron a los 1,8 millones de euros, además de recibir recursos de convocatorias regionales de I+D. "A pesar de ellos, la brecha entre ingresos y gastos ha tenido resultados negativos importantes", remarcó Blanco, apuntando que hubo descuadres anuales de hasta 1,8 millones de euros. Una situación "insostenible", que derivó en el expediente de regulación de empleo aprobado por el patronato.

Si bien el consejero de Economía subrayó que "no va a ser suficiente, es necesario un cambio de estrategia, intentando encontrar más dinero de proyectos de investigación, ofreciendo servicios a las empresas y con una mayor aportación económica". Al respecto, Blanco aseguró que "analizaremos la manera de mejorar nuestra aportación económica dentro de nuestras posibilidades presupuestarias, pero también instaremos al resto de patronos a que hagan lo mismo".

Francisco Blanco señaló que la mayoría del patronato está en manos de Liberbank, "que es quien ha controlado las decisiones", aunque se mostró interesado en mantener la actividad del centro ubicado en Mieres. "No estamos hablando de que sea un centro rentable, pero sí tiene que prestar servicios y obtener recursos, además de generar externalidad para empresas aunque no cobre por ello", subrayó, remarcando que "tampoco queremos que pierda su concepción como unas instalaciones de excelencia europea".

Por su parte, Ignacio Prendes pidió al Principado que "otorgue certidumbre" tanto al centro como a sus trabajadores, y evitase el cierre, "ya que sería un derroche más, teniendo en cuenta de que hablamos de unas instalaciones que han sido sufragadas con dinero público". Prendes también hizo alusión a un artículo del exalcalde de Mieres, Luis María García, en LA NUEVA ESPAÑA, en el que clamaba por la continuidad de las instalaciones.