El Principado le ha dado la espalda a la iglesia de Ujo, considerada la más valiosa joya patrimonial del concejo de Mieres. El Ayuntamiento solicitó el pasado mes de marzo a la Consejería de Cultura el desarrollo de un proyecto que sirviera de base para abordar una "urgente" actuación de rehabilitación en el histórico templo. El requerimiento municipal ha sido contestado con silencio. La administración regional ni tan siquiera ha confirmado el acuse de recibo.
Tanto el Ayuntamiento de Mieres como el propio párroco de Ujo, Luis Cuervo, llevan varios años reclamando al Principado que muestre "mayor sensibilidad" hacia la conservación de la iglesia románica de Santa Eulalia. El Gobierno regional ha desoído sistemáticamente estas demandas. Ante la creciente preocupación por el rápido deterioro del emblemático inmueble, el Ayuntamiento de Mieres decidió a principios de la pasada primavera insistir, dándole más peso a la reclamación. Para ello se remitió un escrito a la Consejería de Cultura solicitando una actuación "urgente y prioritaria".
En la carta, firmada por el vicealcalde, Manuel Ángel Álvarez, el gobierno local advierte de que "el paso inexorable del tiempo sobre los elementos constructivos" de la Edad Media "y el tráfico ferroviario (las vías pasan muy cerca del edificio), están generando humedades y grietas en la iglesia, poniendo en peligro el magnífico monumento arquitectónico de nuestro municipio". Los reproches no van solo dirigidos al Principado: "Las partes implicadas, administraciones, Iglesia y Renfe no acaban de hacer nada para poner soluciones al paulatino deterioro que sufre el inmueble".
Pese a la urgencia reclamada por el Ayuntamiento, el Principado no ha mostrado ningún interés ni tan siquiera por recabar más información sobre el estado y problemas de la iglesia, catalogada el 23 de junio de junio de 1923 como monumento arquitectónico-artístico nacional por Real Orden del Alfonso XIII. De esta forma se convirtió en una de las primeras construcciones asturianas en recibir este reconocimiento, como recuerda el párroco local, Luis Cuervo. En la actualidad, el templo dedicado a Santa Eulalia es uno de los ocho inmuebles que el concejo de Mieres tiene catalogados como bienes de interés cultural, aunque es el único que está considerado monumento nacional.
Las quejas del párroco y de la asociación de vecinos de Ujo solo han encontrado, de momento, el respaldo del Ayuntamiento de Mieres. El resto de administraciones se han desentendido hasta la fecha del problema que afecta a la iglesia, que se enfrenta a una triple amenaza. La orientación norte hace que sufra muchas humedades. Además, la cercanía con las vías de Renfe hace que todo el templo vibre cada vez que pasa un convoy. A esto hay que sumar que el patio de la iglesia lleva años convertido en un improvisado campo de fútbol y los balonazos han dañado la fachada. El templo religioso dedicado a Santa Eulalia fue edificado según el modelo imperante del Prerrománico asturiano. Sin embargo, de ese templo sólo se conserva actualmente la lápida sepulcral del párvulo Velasco, que data, según los estudios, del año 921.
