Es un buen año para las setas. La Asociación Micológica "La Pardina" expone en la Casa de Cultura de Mieres una colección de 340 tipos de hongos, más variada que en anteriores ediciones por la buena recolección que han tenido en los últimos días. Los responsables del colectivo aseguran que el número de amantes de la micología crece sin parar, pero alertan a los que empiezan de la peligrosidad de algunos tipos de setas. Afirman que si alguien no está seguro de lo que ha recolectado, es mejor tirarlo.

No hay que fiarse de las apariencias. Es uno de los principales consejos que da José Llavona, miembro de "La Pardina". Según explicó, "cien gramos de 'Amanita phalloides' pueden terminar con una persona". Es una de las setas que se exhibe en Mieres, eso sí, bien resguardada en una vitrina. Su apariencia es muy similar a otras "amanitas", pero hay un rasgo que la hace inconfundible: el tono verdoso en su sombrero.

Cuidado también con los hongos de los dibujos animados. Esas setas de pie ancho y sombrero naranja con topos blancos, donde viven los "gnomos", son la "Amanita muscaria". También muy tóxica, pero no hasta el punto de la "phalloides". Según Llavona, "esta tiene cierto peligro porque la gente está muy familiarizado con este tipo de hongo y no sabe que puede ser mortal". El nombre, como en el caso de la trompeta de los muertos ("Craterellus cornucopioides"), también puede ser engañoso. Es un hongo negro, alargado y con mal aspecto. Pero, en contra de lo que pudiera parecer, es una de las setas más apreciadas en gastronomía por su sabor.

Y así, hasta 340 clases distintas. Llavona lleva más de veinte años estudiando micología y aún se considera "un aprendiz". Un experto es Enrique Rubio, que ayer por la tarde ofreció la charla "Cómo distinguir las setas comestibles de las venenosas". A lo largo de la jornada de hoy, la exposición sigue abierta y mañana está prevista la visita de varios centros escolares.