El sidreru de Requejo, Pepa La Lechera, el pirulero de Santa Marina... Todas ellas son esculturas que representan un icono para Mieres, pero si hay una que brille sobre el resto es el Monumento al Minero, instalado en el barrio de Vega de Arriba. Pese a ser una de las obras más significativas, la estatua estaba ciertamente escondida entre una frondosa vegetación. El gobierno local ha querido ponerle solución, para que a la escultura, creada por Miguel Ángel Lombardía en 1996, y sufragada por suscripción popular a raíz del fatal accidente del Pozo Nicolasa para homenajear a todos los mineros muertos, nada ni nadie le haga sombra.
Los trabajos comenzaron hace pocos días, y está previsto que finalicen para la fiesta de Santa Bárbara, patrona de los mineros, cuando cada año se realiza una ofrenda floral ante la escultura. Los trabajos ya han sido adjudicados por el Ayuntamiento, y los realizará la empresa Boprisa, que cobrará 22.265,21 euros por la obra.
Desde el gobierno local de IU manifestaron que "se considera necesario mejorar la visibilidad del Monumento, que con el paso del tiempo recibe más visitas y que además está instalado en un lugar que con el paso de los años ha visto incrementado el número de personas que pasan cada día por allí". En este sentido, los trabajos van encaminados no solo a mejorar la visibilidad de la escultura, sino también a aumentar el espacio disponible para la realización de los actos conmemorativos.
Ente otras actuaciones, se retirarán los grandes árboles que ocultaban el monumento al minero, y también se adecuarán los viales de acceso tanto desde la calle Gonzalo Gutiérrez Quirós como desde el propio barrio de Vega de Arriba.
