La iglesia móvil de San Juan de Riomera

El templo fue trasladado piedra a piedra en la Edad Media desde Llanos hasta su ubicación actual, a un kilómetro, en el pueblo allerano de Santibáñez de la Fuente

La iglesia de San Juan de Riomera, en Santibáñez de la Fuente. J. R. SILVEIRA

La localidad allerana de Santibáñez de la Fuente tiene una iglesia móvil. Un estudio de la Consejería de Cultura, Educación y Deportes acaba de constatar una antigua creencia de los vecinos del concejo: la iglesia de San Juan de Riomera, declarada Bien de Interés Cultural (BIC), fue trasladada desde el entorno de Llanos hasta la parcela que ocupa actualmente en Santibáñez de la Fuente. Una investigación había revelado en 2001 que el templo había cambiado su ubicación, pero nunca antes un estudio había sacado a la luz que algunas piezas del templo se trasladaron piedra a piedra en un trayecto de más de un kilómetro. Ocurrió entre los siglos XIII y XV: el nuevo reto de los expertos es conocer la fecha exacta en la que se produjo el cambio de ubicación.

La historia del traslado de la iglesia de San Juan de Riomera sonaba a leyenda hasta el año 2001. Fue entonces cuando unas obras de mejora del firme en la carretera de acceso al puerto de San Isidro sacaron a la luz unos restos arqueológicos en el entorno de Llanos, precisamente en un solar conocido como La Collada de Riomera. Algunos historiadores del concejo y responsables eclesiásticos habían apuntado a esa zona como la ubicación original de la iglesia de San Juan de Riomera.

Una de las arqueólogas encargadas de la investigación en Llanos fue Otilia Requejo, actual directora general de Patrimonio en la Consejería de Cultura del Principado de Asturias. También firman el estudio (publicado en el libro "Excavaciones arqueológicas en Asturias 1999-2002") Cristina Arca, Lorenzo Arias y Luis Cabo. El informe, en el apartado de conclusiones, confirma que los restos hallados en la finca de Llanos "corresponden a la cimentación del antiguo templo de San Juan de Riomera".

La investigación de los restos permitió conocer el aspecto original del templo. Según los arqueólogos, la nave de la iglesia era rectangular, rematada en la parte oriental por un ábside de planta cuadrada que enjarja con los muros.

Las paredes se construyeron a través del uso de pequeño aparejo. El principal material utilizado fueron bloques de piedra caliza. También hallaron una necrópolis, con restos de nueve tumbas. En las sepulturas encontraron huesos de personas jóvenes, de hasta veinticuatro años. También niños, de entre siete y catorce años. La construcción es del Románico y, según los expertos, era muy similar a la capilla de Santa María de Arbazal de Villaviciosa. Este templo data del siglo X.

No hubo más estudios sobre la iglesia de San Juan de Riomera hasta que Cultura ejecutó, hace cuatro años, una reforma del templo en Santibáñez de la Fuente. Las labores incluyeron una estabilización de los cimientos, el principal problema del templo. También una limpieza de fachada y del suelo, además de la instalación de un sistema de drenaje. Las labores se completaron con un estudio arqueológico.

Y de ese informe, que el Ayuntamiento de Aller conoció recientemente, llegan las nuevas evidencias sobre el traslado del templo. El concejal de Cultura y Educación, Francisco Velasco, es un gran conocedor de los bienes patrimoniales en el municipio. Según explicó ayer, "ahora está claro que el ábside fue trasladado piedra a piedra desde Llanos hasta Santibáñez de la Fuente". "Se ve claramente que es más antiguo, pero ahora tenemos la certeza de que los materiales utilizados son los mismos que encontraron los arqueólogos en Llanos", añadió el responsable municipal. Esta pieza data del siglo XIII y la construcción más reciente del XV.

Es seguro, por tanto, que el traslado tuvo lugar entre estos dos siglos. Los expertos no pueden precisar una fecha, ya que el templo pudo ser objeto de remodelaciones tras el cambio de ubicación. Lo que es seguro es que el cambio de localización de la iglesia vino motivado por una catástrofe natural que causó un derrumbe en el templo original. Los expertos apuntan a una crecida del caudal del río que alcanzó los cimientos y terminó con la estabilidad de la estructura.

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