La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El aprovechamiento de los bosques de la Montaña Central

La explotación forestal de la comarca arranca con mil hectáreas y 200 socios

Los productores de "El Maeral" realizarán las primeras talas en diciembre y piden a Hunosa la cesión del pozo Tres Amigos para utilizarlo como secadero de madera

Instalaciones del pozo Tres Amigos. J. R. SILVEIRA

Los productores de madera que integran la asociación "El Maeral" comenzarán a talar y almacenar la producción a lo largo del mes de diciembre. Los responsables de esta plataforma apuntaron que ya cuentan con 200 socios y que están en condiciones de explotar más de mil hectárea de bosques. Así, ya se han remitido a Hunosa para pedirle por escrito la cesión de las instalaciones del antiguo pozo Tres Amigos, situado en la falda del valle de San Juan, para equiparlo como almacén y secadero de madera. Piden poder hacer uso de este espacio asumiendo una "renta simbólica".

"En unas semanas comenzaremos a talar y también a almacenar para que la madera vaya secando y poder transformar en astillas aquella materia prima que no sirva para trabajar en el aserradero", explicó Faustino Alonso, presidente de "El Maeral". El colectivo puntualiza que al ser madera de castaño "es aprovechable para muchos usos".

La asociación aspira a que Hunosa les cede el viejo pozo Tres Amigos para poder convertirlo en espacio para el tratamiento de la madera, que debe pasar por un proceso de secado, durante al menos seis meses, antes de su comercialización. La intención de la asociación es impulsar la creación de una "cooperativa productiva" con la participación de administraciones, empresas, distribuidores, propietarios, pequeña y mediana empresa y las asociaciones de vecinos consumidores. Ya han dado los primeros pasos en esa dirección. El proyecto ha sido presentado a los seis alcaldes de la Montaña Central.

Plantean varias vías de negocio. Por un lado, tienen la vista puesta en la implantación de una central eléctrica que queme biomasa, un proyecto en el que confluyen con Hunosa, aunque de momento las pretensiones de ambas partes avanzan por separado. No es el único objetivo, el colectivo plantea la modificación de las calderas de los edificios públicos, la mayoría alimentadas por gasóleo, para que empiecen a quemar biomasa. También apuestan por convertirse en suministradores de las administraciones y atender la demanda de madera para muebles y construcción. Según los estudios ya abordados, la comarca del Caudal cuenta con 95.486 hectáreas -el 96% de su extensión total- susceptible de ser rentabilizadas como fuente de biomasa. De esta superficie, el 35,3 por ciento ya estaría arbolada, pero quedarían un total de 68. 482 hectáreas de terreno forestal que podrían ser aprovechables para la plantación. De momento, los primeros árboles comenzarán a talarse antes de que finalice el año.

Compartir el artículo

stats