Tomás Javier González García (Mieres, 1970), lleva toda una vida sobre los esquís. A sus 45 años acaba de asumir la presidencia del Pajares Ski Club, una de las entidades deportivas más representativas de la estación invernal lenense. El reto es seguir aumentando socios y que el colectivo gane peso.
-¿Cómo se ha embarcado en esta aventura?
-Yo ya estaba en la directiva y el anterior presidente dimitió por razones personales. Pensamos que teníamos que seguir el proyecto que iniciamos y entonces me presenté a las elecciones, donde la mía fue la única candidatura. Ahora tenemos cuatro años por delante y los afrontamos con mucha ilusión.
-La temporada de esquí está a punto de iniciarse, ¿qué espera de ella?
-Lo que todos esperamos es que sea una temporada buena, no solo en cuanto a nieve, sino también en condiciones climatológicas. La pasada campaña tuvimos mucha nieve, pero lo cierto es que no hubo grandes jornadas por culpa del tiempo. Eso te provoca un sabor agridulce porque no esquías demasiado. Esperemos que el tiempo sea más benévolo con nosotros. En el ámbito deportivo confiamos en que el club siga la senda de la temporada pasada, en la que tuvimos bastantes éxitos que esperamos repetir o mejorar. Ahora mismo, el Pajares Ski Club es el que más corredores aporta al equipo asturiano que se forma este año. Llevaremos entre 13 y 17.
-¿Cómo valora el estado general de la estación?
-La estación de Pajares tiene una situación un poco decadente. Desde hace años, la inversión del Principado de Asturias ha bajado a prácticamente cero y lo que se realiza fundamentalmente es mantenimiento, pero sin inversiones. El resto de estaciones sí están llevando a cabo estas inversiones, lo que provoca que nos quedemos un poco atrás. Da un poco de tristeza ver que la última inversión grande en remontes en Pajares se hizo hace más de 25 años.
-¿Es clave la construcción del nuevo remonte?
-Si, es algo fundamental. Más bien vital diría yo. Por la configuración actual de Pajares, un telesilla podría ser casi suficiente para dar acceso a todo el dominio esquiable de la estación. Con dos o tres remontes complementarios, estaría cubierto. Lo que nos achaca la gente que no es habitual de nuestra estación es que los remontes son lentísimos y que no se pueden tardar 15 minutos en subir para hacer una bajada de tres. Es fundamental también que el Gobierno de Asturias se dé cuenta de que el esquí no es solo un deporte sino también una industria turística. Es un polo de atracción importante. En Pirineos ya se dieron cuenta hace tiempo y en la cordillera Cantábrica nos tenemos que empezar a mentalizar de que somos una referencia para Galicia y Portugal. Además, generalmente, los esquiadores tienen un nivel adquisitivo medio-alto y dejan dinero en todo lo que está dentro del radio de acción de las estaciones invernales. En España no hay ninguna estación que por rendimientos de explotación sea rentable, son deficitarias. Pero son beneficiosas cuando metes otros factores como hoteles, hostelería, alquileres, escuela...
-¿Cómo valora el proyecto de Deportes para aumentar los kilómetros de Pajares?
-Es un pequeño guiño de que van a hacer algo por Pajares, pero al funcionamiento general de la estación no le va a aportar mucho.
-¿Qué opina de la subida de precios programada para la presente temporada?
-Es una subida insignificante e incluso podría ser necesaria después de tantos años.
-¿Qué les diría a los que se quejan por los costes de dinero público del esquí?
-Yo pienso que si ligas sólo al deporte las estaciones de esquí es muy difícil de explicar. Para alguien que no esquía es difícil de entender que el Principado se gaste cinco millones en este deporte. Sin embargo, hay que tener una mayor visión, y como decía antes, esto no es solo un deporte, sino un recurso turístico. Y una inversión de 5 millones en un recurso turístico es hasta pequeña. La vertebración de las Cuencas Mineras podría empezar también por aquí.
-¿Se deberían haber invertido más fondos mineros en el esquí, además de los utilizados en Fuentes de Invierno?
-Pienso que la construcción de Fuentes se debería de haber hecho como se hizo, pero sin que eso supusiera una merma en el desarrollo de Pajares. En aquel momento había fondos para construir Fuentes, y también había dinero para mejorar y potenciar una estación como Valgrande-Pajares. Y no se hizo.
-¿Es necesario desestacionalizar el uso de las estaciones de esquí?
-Mire, quizá el problema de las estaciones asturianas, que no se está dando en otros puntos de España y ya no digo del mundo, es que solamente se focaliza la actividad en la temporada de invierno. Y hay un montón de actividades que se pueden hacer fuera de ese período de nieve y que se hacen por ejemplo en los Alpes, los Pirineos, o incluso en la Sierra de Madrid, donde se está apostando por la bicicleta. La idea es desencasillar a las estaciones de su uso exclusivamente invernal.
-¿La clave de una mayor rentabilidad pasa entonces por el turismo?
-Desde luego. Mire, yo creo que el futuro de la cordillera Cantábrica en general pasa por aunar esfuerzos y hacer que sea atractivo el paquete turístico que se pueda vender a los que vienen de fuera. El error es pensar que esto es para los 10.000 esquiadores del Principado. Esto tenemos que venderlo a gente de otras comunidades y de otros países. En estos momentos, la cordillera Cantábrica es un polo de atracción para toda la zona norte de Portugal, de Oporto hacia arriba, y también para Galicia. Si consiguiésemos que se pudiera vender un paquete turístico con un forfait o un abono anual que sirva para todas las estaciones de la Cordillera, sería un éxito. Y tecnológicamente ahora es factible, por lo que el único problema sería de voluntad. Si vendiésemos un conjunto, entre Asturias y León, de casi 60 kilómetros, sería fantástico. Y ejemplos hay, porque Aragón lo tiene.
-¿Cuál es el estado de salud del esquí asturiano?
-Cuando yo empecé a esquiar, había un "boom" espectacular, con un aparcamiento de autobuses lleno. Todo estaba lleno. En los años 90, con unas temporadas muy malas de nieve, bajó mucho el nivel. Y en la actualidad estamos viviendo un resurgir en las estaciones, sobre todo por la cantidad de niños que hay. En nuestro club hay casi 100 niños que son socios. Y si miramos el conjunto de las entidades de Pajares habrá casi 400 críos que les encanta esquiar y que suben todos los fines de semana. Eso es la base para que vuelva a crecer el esquí.
-¿En qué situación está el Pajares Ski Club?
-Nuestro club ha bajado el número de socios en las últimas temporadas, pero ha estado motivados por los movimientos migratorios de la gente, que se ha tenido que ir a trabajar a otros sitios. Ahora mismo tenemos unos 200 socios, y como lo digo, 80 son niños. Una treintena ha decidido ir al mundo de la competición y aunque el nivel de esquí asturiano no es puntero dentro del país, se están cosechando buenos resultados, con puestos altos en los campeonatos nacionales. Ahora mismo creo que se están haciendo bien las cosas y si seguimos irán mejor.
