Los vecinos de Campomanes y el valle del Huerna están en pie de guerra por las obras de la variante ferroviaria de Pajares. La limpieza de calzadas, para eliminar el rastro del paso continuado de camiones, deja las carreteras de acceso a los pueblos de la zona cubiertos de agua a última hora de la tarde. Esta situación provoca que, con la bajada de temperaturas, se produzcan heladas en las carreteras. Con la llegada del frío, se han multiplicado el número de siniestros: en la última semana, dos coches se accidentaron en el acceso de Tiós en días consecutivos. Los vecinos reclaman medidas para que las limpiezas se programen más temprano.

El primer accidente tuvo lugar a primera hora de la mañana. Una vecina de Tiós perdió el control de su vehículo en una curva. "Nos consta que es una conductora responsable y que el accidente fue únicamente provocado por la presencia de hielo en la carretera", destacaron los portavoces vecinales. La curva en la que se produjo el siniestro es "muy oscura, no da el sol nunca. Una helada ahí puede ser mortal para los conductores".

Pasaron sólo veinticuatro horas y se produjo un nuevo accidente. Un todoterreno se deslizó en el mismo punto y volcó en un lateral de la carretera. El conductor, que iba solo, resultó ileso aunque el coche tuvo que ser remolcado hasta el taller. El incidente, además, causó retenciones en la carretera durante más de una hora y retrasó la llegada del transporte escolar que se ocupa de trasladar a los estudiantes del Colegio Rural Agrupado (CRA) Campomanes.

Los vecinos consideran que "esta oleada de accidentes son una nueva consecuencia de las obras de la Variante". "Hemos soportado de todo; daños en las carreteras, barro, polvo y ahora hielo", añadieron. Su propuesta es clara. Quieren que el Administrador de Infraestructuras (Adif) ponga en contacto a adjudicatarias encargadas de la obra con los habitantes del entorno en el que se está acometiendo para buscar la solución que ayude a corregir esta problemática.