Los ganaderos del Caudal está en vilo ante una oleada de ataques de cánidos. Un vecino de El Pino se encontró varias ovejas muertas y el macho del rebaño muerto hace unos días en su propiedad, en el centro de la localidad allerana. Asegura que los culpables de esta situación son los lobos, que ya "andan con total impunidad" por el centro del pueblo. En Lena también hay polémica, concretamente en la localidad de Tiós. Los ganaderos de la zona han perdido treinta ovejas en los últimos meses, las diez últimas desde noviembre hasta ahora, y la Guardería del Principado asegura que los ataques son obra de perros. Algo que los vecinos no comparten tras el último ataque, en el que resultó herido un perro mastín.

El ataque en El Pino no fue el primero de este mes. Hace algo más de una semana, también habían aparecido muertas varias ovejas en otra finca del centro del pueblo. "No podemos salir a la calle con tranquilidad, porque sabemos que hay varios lobos en el entorno y nadie hace nada por terminar con esta situación de desamparo", aseguraron ayer los productores afectados. Según su versión, "entran y salen cuando quieren y no se espantan. Esta es la señal de que están hambrientos y consideramos que pueden resultar peligrosos también para la gente". Es por eso que exigen a la Consejería de Agroganadería que tome cartas en el asunto y organice batidas. "La población de lobos tiene que controlarse para que podamos hacer nuestra labor con tranquilidad", afirmaron los ganaderos.

Los ánimos también están caldeados en Tiós. La situación de los productores de la zona se ha hecho insostenible en los últimos meses: "Nosotros llegamos a tener doce ovejas y ahora nos quedan dos", denunció un ganadero de la localidad. La razón son los ataques de cánidos salvajes que se han sucedido, y aún con más intensidad, durante las últimas semanas. La respuesta de la Guardería, explican los afectados, "es siempre que no pueden ser lobos porque esta no es zona poblacional o porque las mordidas son demasiado pequeñas".

Mordeduras

El ataque a un perro que cuida de un rebaño en una finca del pueblo ha avivado aún más el debate. El cánido apareció por la mañana con mordeduras en la zona del cuello y también en el interior de la boca. Los propietarios del animal destacaron ayer que "es imposible que esto lo haga otro perro, porque este ya no es un cachorro y no es fácil hacerle ese daño". La Guardería acudió a la llamada de los ganaderos, pero no dio las soluciones que esperaban. Según los productores afectados, "nos pidieron que llamáramos nosotros al veterinario porque nos dijeron que el Principado no podía atenderlo y que los medios que tienen no están disponibles para estos casos". Un veterinario privado curó al animal, que tardará unas semanas en recuperarse por completo.

Los vecinos de Tiós también denuncian avistamientos de lobos en las últimas noches. Los portavoces vecinales aseguraron ayer que "se han visto varios lobos merodeando por aquí por la noche y nos estamos empezando a asustar". Los vecinos aseguran que está en manos del Principado tomar cartas en el asunto: "No queremos terminar con el lobo, pero estamos llegando a un punto que es él o nosotros", zanjaron.