La opinión de los mierenses

El campus, el reverso del Guggenheim

Los mierenses critican el pobre balance del proyecto universitario local, con una - inversión equiparable al museo bilbaíno pero "sin que haya dejado rentabilidad"

El campus, el reverso del Guggenheim J. R. SILVEIRA

"Cuando charlo sobre el campus de Mieres siempre pongo el ejemplo del Museo Guggenheim de Bilbao, que costó lo mismo y mira que diferencia a la hora de sacar rentabilidad", Manuel Gafo, perito de Minas jubilado, comparte un sentimiento muy extendido entre los mierenses, que la expansión universitaria local se ha convertido en un proyecto sin pulso. Y no se equivoca por mucho, ya que el equipamiento cultural vasco costó 133 millones de euros, por los 132 invertidos en el campus de Barredo. El Guggenheim ha generado más de tres mil millones de euros desde su inauguración. Mieres, por su parte, tiene en la actualidad 700 alumnos universitarios, la mitad de los que había en 2002, cuando abrió sus puertas el campus.

"Está claro que la ciudad no se ha beneficiando del campus y eso supone un doble problema, ya que lo que se gastó en este proyecto se podía haber gastado en otra cosa", apunta Begoña Fernández. A pie de calle los vecinos hace tiempo que han dejado de creer en los compromisos políticos con el campus: "Las cosas se hacen o no se hacen, pero es muy fácil decir que se apoya algo y luego mirar para otro lado", sostiene Luis Suárez, estudiante de magisterio, en Oviedo. La sensación generalizada es que ni el Principado ni la propia Universidad han apostado por dotar a Barredo de los contenidos necesarios para hacer carburar la más valiosa de las locomotoras de la reactivación económica financiada con fondos mineros: "La inversión fue descomunal, pero ni hay titulaciones ni tan siquiera lineas de autobuses para que los estudiantes puedan desplazarse", denuncia Miguel Ángel Agüero, un jubilado que mira con escepticismo el proyecto.

El campus de Barredo fue alumbrado como el pilar sobre el que se edificaría el futuro de la ciudad, que aspiraba a convertirse en referente universitario, una pequeña Santiago de Compostela asturiana. El proyecto pretendía, según las administraciones, movilizar a 6.000 alumnos. Un sostén para el sector servicios: "Yo trabajo de camarera y la verdad es que por el bar no pasan muchos universitarios", apunta con sorna Susana Díaz. Muchos mierenses aseguran que la expansión universitario nunca generó en la calle las expectativas previstas: "Los mierenses sabemos que hay un campus porque pases por delante en coche cuando vas a coger el enlace de la autovía, desde luego no hay ambiente universitario en la ciudad", resalta Daniel González: "Es fácil decirlo ahora, pero desde el primer momento se veía que esto no iba a funcionar", remarca Claudio Sánchez. Los vecinos sienten que tras décadas sacando carbón de Barredo, "en el pozo se han enterrado 132 millones de euros".

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