Llegan las Navidades y los gestos de solidaridad se multiplican. En este contexto, hay iniciativas que escapan de modas pasajeras y de los fogonazos altruistas espontáneos. Un grupo de jóvenes voluntarios de la parroquia del Carmen de Mieres pusieron en marcha en 2003 la popularmente conocida como "operación kilo", con la recolecta de alimentos y su posterior reparto entre las familias más necesitadas del municipio. Este año el objetivo es poder dar cobertura a unas mil personas, aunque eso dependerá de la colaboración que demuestren los vecinos y el tejido comercial del concejo. De momento, las expectativas son buenas.

Los responsables de este programa de ayuda alimenticia ya han recogido este año más de 2.000 productos. Llevan trabajando más de una semana y seguirán con la faena hasta el próximo 21 de diciembre, lunes. Colaboran con colegios, centros comerciales y asociaciones de vecinos. Además, tienen abiertas las puertas del local de Cáritas, en la calle Clara Campoamor, todos los días en horarios de mañana y tarde. "La gente está respondiendo muy bien y confiamos en poder llegar a más de 300 familias, con cerca de cinco mil productos ", explica Manuel Gafo, uno de los coordinadores de la operación.

El grupo de voluntarios que en Mieres está al frente de la "operación kilo" mira la fotografía de las pasadas Navidades para marcarse los objetivos de este año. En 2010 se entregó comida a 302 familias: "Esto se traduce según nuestros datos en más de 9.000 personas beneficiarias", subraya Manuel Gafo. En los casos de un sólo solicitantes, éste recibe una bolsa con diez productos. Según el número de integrantes de la unidad familiar va en aumento se pueden llegar a entregar hasta tres o cuatro bolsas. No faltan turrón, azúcar, huevos, aceite, patatas, galletas, pasta, arroz y leche, los proyectos más demandados.

Colaboración

Los responsables de la "operación kilo" destacan que la iniciativa funciona gracias a la "generosidad" de los mierenses. También reciben colaboración del banco de Alimentos, Amicos, y de algunos colegios, como el Santo Domingo, el Prau Llerón, El Lastra y Santiago Apóstol. Paralelamente, los voluntarios se desplazan a los centros comerciales del concejo para pedir donativos, imagen ya recurrente durante estas fiestas. Este año, la asociación de vecinos de Santa Marina también ha hecho una importante contribución.