El análisis de la caída de la población por debajo de los 40.000 vecinos

Los geógrafos diagnostican que Mieres se enfrenta a una "hecatombe demográfica"

El CeCodet advierte de que el concejo no ha sabido aplicar un desarrollo urbanístico ordenado como Langreo, "que acertó con la ciudad lineal"

Los geógrafos diagnostican que Mieres se enfrenta a una "hecatombe demográfica" FERNANDO GEIJO

Un total de 2.276 mierenses han fallecido en los últimos cuatro años. Tres entierros cada dos días de media. Los nacimientos no pasaron de 733. El crecimiento vegetativo explica en parte el frenético despoblamiento del concejo, que en 15 años ha perdido más de diez mil vecinos, cayendo a los 39.728 habitantes. Pero hay más problemas soterrados. Unos 1.500 vecinos han dejado el concejo desde finales de 2011. Y todo mientras Langreo se mantiene en cifras similares de población a las del año 2000, con más de 42.000 vecinos, cuando al inicio de siglo estaba en la barrera de los 45.000. Los expertos ven en el urbanismo, o mejor dicho, en la falta de planificación urbanística, un lastre que ha impedido a Mieres levantar el vuelo pesa a las inversiones multimillonarias realizadas en el municipio durante los últimos 20 años, con un cómputo que sólo en equipamientos ronda los 250 millones de euros. Y aún así, los geógrafos predicen una "hecatombe demográfica" aún mayor en los próximos años. ¿Ha iniciado Mieres su caída por el precipicio?

El Centro de Cooperación y Desarrollo (CeCodet) de la Universidad de Oviedo, con sede en Mieres, es el centinela que más atento ha estado durante las dos últimas décadas al parsimonioso y torpe caminar del concejo. Su director, Fermín Rodríguez, no augura buenos tiempos, más bien todo lo contrario. Mieres ha estado incubando durante muchos años una dolencia cuyos síntomas no han sido tratados a tiempo: "No se tomaron medidas para frenar el envejecimiento, dañando la vida del municipio y los servicios, y ahora, de forma rápida, se ha encendido la mecha de pólvora que lo puede hacer todo estallar", apunta Rodríguez.

Mayores

En el concejo residen actualmente 1.800 mujeres mayores de 80 años que viven solas. El municipio tenía en 2014 censados a 419 bebés menores de dos años. Los mayores de 80 eran en total más de 4.300. "La esperanza de vida ha subido y ahora está llegando una ingente cantidad de mierenses a la barrera de los 80 años, es como una cohorte romana que se acerca al precipicio y que empiezan a caer como hormigas", el inquietante símil construido por Fermín Rodríguez no se contradice con los datos estadísticos, más bien lo contrario.

¿Cómo se ha llegado a esta situación? ¿Por qué Mieres se ha debilitado más que el resto de concejos de su entorno? Durante casi tres décadas, en pleno proceso de ajuste industrial y hasta ya entrado el siglo XXI, el Ayuntamiento mantuvo bloqueado el ensanche urbano de la ciudad. Los dos grandes planes urbanísticos, el de la Mayacina y Oñón, languidecieron mientras el censo se desangraba. Informes que aconsejaban el traslado del lavadero del Batán, que cierra el crecimiento de la ciudad hacia el norte, se desecharon: "Langreo consiguió crear una estructura urbanística, con un modelo de ciudad lineal que nace en Lada y enlaza incluso con el concejo de San Martín del Rey Aurelio, mientras Mieres sufre un desastre urbanístico total". Fermín Rodríguez mira, por ejemplo, a la Mayacina: "Su tardío desarrollo ha sido además un fracaso, con bloques que dan la espalda a la plaza central del barrio". Para el director del CeCodet, Mieres "no ha sabido identificar los problemas".

El último recuento de habitantes agrava la caída continuada de la población en Mieres desde el año 1970. El éxodo se había logrado frenar notablemente entre 2007 y 2009, periodo en el que la pérdida de habitantes quedaba prácticamente limitada al crecimiento vegetativo negativo, con muchas más muertes que nacimientos. De hecho, el censo no llegó a las mil bajas. Sin embargo, en el periodo 2010-2015 la caída demográfica ha experimentado un repunte, con cuatro mil bajas. Esta circunstancia hace que el despoblamiento se haya acentuado en comparación con la década anterior. "Lo que sucedió entre 2007 y 2010 fue que hubo un repunte de la inmigración, con familias jóvenes y con hijos", explicó recientemente el geógrafo Aladino Fernández. Este año, han abandonado el concejo 70 inmigrantes, en su mayor parte personas jóvenes.

Sin antídoto

Los geógrafos reconocen que el ritmo de despoblamiento es "alarmante", incluso hablan de una tendencia "escalofriante". Los expertos consultados no atisban un antídoto que permita prever un cambio. A estas alturas remarcan que únicamente un "improbable" ciclo de eclosión económica, prolongado durante varios años, podría revertir la situación con la ayuda de la inmigración. El despoblamiento está dejando los pueblos desiertos. Los valles mineros del Nalón y el Caudal suman 666 localidades despobladas, más del 43 por ciento del total de Asturias. Aquí también Mieres tiene el dudoso honor de ser el municipio asturiano con más pueblos sin vecinos: un total de 263, la mayoría en Turón. Supera el número total de localidades despobladas en la comarca del Nalón: 229. Los datos aparecen reflejados en el Nomenclátor 2014 del Instituto Nacional de Estadística (INE).

El Ayuntamiento, tras el parcial desarrollo de la Mayacina, parece haber asumido que el ensanche de Oñón deberá esperar. El gobierno local no ha presionado a la entidad regional Sogepsa para que desarrolle el plan residencial previsto para el viejo barrio, donde se querían construir más de 200 viviendas.

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