La utilización de la magaya de la sidra con fines cosméticos. Esa es una de las aplicaciones de la tesis que encabeza el doctorando Jing Chiu Chong Cheung, que ayer se hizo con el premio del jurado, en el concurso de pósteres organizado en el marco de las quintas jornadas doctorales de la Universidad de Oviedo. La cita, que tuvo lugar en el campus de Mieres, también contó con otro ganador más, en este caso Javier Fernández, que consiguió el galardón del público con su trabajo para el desarrollo de embutidos anticancerígenos. Ambos se mostraron "orgullosos" por el reconocimiento obtenido ayer, destacando entre los 194 trabajos que se presentaron al concurso.

La tesis de Jing Chiu Chong, que fue el primer asturiano de padres chinos, se denomina "Liberación controlada de antioxidantes y compuestos relacionados empleando nanoestructuras biomiméticas". A pesar de esta complicada nomenclatura, su explicación es algo más sencilla, ya que la liberación de los antioxidantes se realiza a través de una cápsula basada en una proteína de maíz. "Ahí es donde metemos los antioxidantes, en nuestro caso, los hemos extraído de un residuo que se obtiene en la fabricación de la sidra, la magaya, que es esa pasta que sale del primer prensado de manzana cuando le quitas el zumo", explica. La extracción de los antioxidantes "se realiza con disolventes orgánicos". La cápsula con los antioxidantes que desarrolla este joven "tiene múltiples aplicaciones, como en la cosmética, ya que los antioxidantes se utilizan para combatir los radicales libres que producen el envejecimiento". Otras aplicaciones también son la industria alimentaria, como alimentos funcionales; y en la farmacéutica, "ya que en lugar de antioxidantes, se puede acoplar a la cápsula cualquier tipo de medicamento".

Chiu Chong lleva dos años con su tesis, que realiza a tiempo parcial, ya que dirige el departamento de calidad de una empresa de cosméticos. Y este premio supone "ver recompensada mi labor, sobre todo porque no tengo financiación para la tesis, lo hago por amor a la ciencia y el reconocimiento externo es importante".

Los doctorandos que acudieron a las jornadas doctorales, más de 330, se decantaron por el póster que había presentado Javier Fernández, al que concedieron el premio del público. Su tesis se denomina "Prevención de cáncer colorrectal en un modelo animal usando alimentos cárnicos funcionales" y trata de conseguir la elaboración de alimentos anticancerígenos, en este caso embutidos. "Trabajamos con una empresa asturiana y otra de Cataluña con la que intentamos hacer embutidos en los que eliminamos los principales procancerígenos y las grasas, sustituyéndolos por una fibra prebiótica que tiene efecto anticancerígeno", explicó ayer. Este joven natural de El Entrego lleva tres años con la tesis y se mostró "orgulloso" por el reconocimiento recibido. También remarcó la importancia de estas jornadas doctorales, sobre todo desde el punto de vista de la interdisciplinariedad, "porque muchas veces no sabes ni lo que hacen en la puerta de al lado".