"Esto es serio, ahora mismo puedo a citar a cinco de mis exalumnos que murieron antes de los 30 años por culpa de la droga y hoy en día hay mucha gente que necesita ayuda, que no tiene para comer ; están cerca, son el vecino o un familiar", el presidente de Cruz Roja Mieres y exdirector del colegio Santiago Apóstol, intentó ayer explicar a los alumnos instituto Sánchez Lastra la ingente labor que cada día asumen las organizaciones no gubernamentales que se dedican a prestar ayuda a los más necesitados. Lo hizo en el transcurso de un acto organizado por Parpayuela Asociación Cultural. También participaron el presidente de Amicos presidente al frente, Carlos Muñiz Fernández, presidente de Amicos (Asociación Mierense de la Cocina Solidaria), y la responsable comarcal de Cáritas, Isabel Sendino.

Carlos Muñiz señaló ayer que el comedor solidario de Amicos ha atendido este año a 150 personas. De ellas, 31 son habituales. "En muchos casas son gente que ha tenido problemas con las drogas y el alcohol", remarcó. En su mayoría, tres de cada cuatro, son hombres. Cruz Roja también ha realizado este año una ingente tarea para intentar dar respuesta a los más necesitados. Cuatrocientas familias se han beneficiado de las iniciativas de reparto de alimentos que ha organizado la entidad en el actual ejercicio. Además, Cruz Roja tienen controladas a 268 personas, la mayoría ancianas, que viven solas. El programa de teleasistencia permita a estos mierenses dar la alarma a través de un dispositivo aplicado a un colgante que activa un protocolo de ayuda en caso de que sufran una indisposición.

La organización de Cáritas adscrita al arciprestazgo del Caudal atendió el año pasado a 458 familias, por las 359 que recibían ayuda en 2013. Es decir, cien hogares se vieron visto empujados a buscar el amparo de los programas sociales de Cáritas en un plazo de doce meses. "Este año estamos cerrando el balance de actividad, pero de nuevo hemos detectado un aumento de la demanda de ayuda", apuntó Isabel Sendino. Cáritas ofrece amparo en estos momentos a unos 1.200 vecinos de la comarca, la mayoría de Mieres, con problemas sociales y económicos. Los alumnos del Sánchez Lastra recibieron una lección de solidaridad.